Por Francisco Tijerina.
“La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia.
La inteligencia tiene sus límites, la tontería no”
Claude Chabrol
Si Claudia Sheinbaum quiere hacer y decir tonterías es su problema, pero si cuando las hace y dice la acompaña Esteban Moctezuma, el Secretario de Educación en el país, el asunto es como para alarmarse.
Y no es que uno se espante de su genial idea de los “uniformes neutros” y de la decisión de que los niños puedan ir en falda a los planteles escolares, sino simplemente de que hay 80 millones, 324 mil 227 cosas más importantes que arreglar y resolver en materia de educación en este país, antes de cómo se visten los alumnos.
Además de la confronta y la polarización, en este país se ha puesto de moda el jugar al show, el escándalo mediático, a dar la nota como revulsivo y distractor, a crear escándalo para que nadie pregunte sobre resultados y logros, sobre proyectos y avances, para que nadie recuerde el asunto de la contingencia ambiental.
El atuendo, señora Sheinbaum, no influye en el aprendizaje o aprovechamiento de los educandos, materia que en realidad sería la que a usted le debería interesar, como tampoco incidirá en la calidad con la que los maestros impartirán sus clases. Así vayan con pantalón, falda, en calzones o desnudos, ese no es el tema, pero usted lo quiere hacer para que la atención se fije y centre en otro lugar.
¿Por qué mejor no resuelve los asuntos relativos a los permisos de construcción y todas las obras que tiene detenidas y por las que miles de obreros están sin percibir ingresos?
Hay muchas más cosas por las cuales preocuparse y que requieren de su inmediata atención antes que la manera en que se visten los estudiantes de la CDMX.
No abuse señora, no somos tontos.
Y señor Moctezuma, a tiro por viaje, se le está acabando el bono de la buena voluntad y personalmente está cavando su tumba política y firmando su carta de renuncia al gobierno. O se pone a trabajar de verdad o más temprano que tarde en su carrera de novedades informativas se topará un día con que lo corrieron de su chamba.