Por Obed Campos.
Sin hacer una investigación profunda, me encuentro en Wikipedia: “Incitato (en latín, Incitatus: impetuoso) fue el caballo preferido de Calígula (12-41 d. C.). Se trataba de un caballo de carreras que había nacido en Hispania, de donde en esa época se importaban a Roma cerca de 10.000 equinos al año. La devoción de Calígula por su caballo Incitato llegaba a extremos ridículos”.
Pues bien, tanto quería el emperador romano a su cuadrúpedo que lo nombró senador y el animal acudió a varias sesiones, cuenta la leyenda.
Acá en Nuevo León, como no pudo nombrarlo diputado, ni alcalde, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, le puso el nombre de su caballo “Tornado” a la fallida operación para perseguir a los corruptos del sexenio anterior.
Uno por uno de los perseguidos se le escaparon y a estas alturas del partido, hay serias dudas de que sirva de algo la Fiscalía Anticorrupción, mientras Ernesto Canales, fundador del organismo, se dedica a presentar su libro “¿Cómo nos arreglamos?”.
Es de anotar que la FA, que ahora encabeza Javier Garza y Garza apunta sus miras contra el propio Canales y contra los ex panistas Adalberto Núñez y Rogelio Benavides, los tres “bronquistas” y antes gente de todas las confianzas del gobernador.
Pero el tema no acaba, porque “El Bronco” sí se salió con la suya e hizo alcalde del municipio de García a su chofer y confidente Carlos Guevara.
A nivel nacional, aunque ya tenía mucho en lo “oscurito”, que no es lo mismo que “a la sombra”, se dio a conocer que Nicolás Mollinedo Bastar, “El Nico”, quien manejaba el Tsuru en el que Andrés Manuel López Obrador se trasladaba a sus eventos en la Ciudad de México, cuando él la gobernaba, sacó la cabeza para decir que el encabeza el Movimiento Ambientalista Social por México, una asociación civil que busca ser partido político y hacerle la competencia o borrar del mapa al Partido Verde Ecologista de México.
“El Nico” dice que va por todo en el 2021 aunque nadie sabe de dónde sacó la convicción ambientalista que ahora presume, si lo suyo era manejar el Tsuru.