Por Francisco Tijerina.
“Lo importante no es tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso”
Juan Zorrilla de San Martín
Tienen la mesa puesta y la siguen desdeñando.
Están más preocupados por la grilla y los pleitos internos que por salir a la calle a buscar la adhesión popular y construir así una plataforma para los próximos comicios.
Pero el trabajo, la talacha, el posicionamiento de la marca, no es trabajo de los presuntos aspirantes, sino de las dirigencias de los partidos políticos que siguen durmiendo en sus laureles, sumidos en una profunda “fiaca”.
Con los más de 43 grados centígrados que se registraron durante el fin de semana en la zona metropolitana de Monterrey, ¿de verdad era tan difícil pensar en realizar una actividad de apoyo a la ciudadanía?
¿No se les podría ocurrir el investigar cuál es la ruta de camiones con las peores y más calientes unidades y treparse en esas unidades repartiendo botellines de agua fresca? No, por favor no, no se trata de que se instalen en debajo de un puente y repartan lo mismo a conductores de autos.
¿Es tan difícil pensar en comunidades que carecen del vital líquido y llevarles algo tan simple y básico, pero tan humanamente necesario como el agua?
Y tendrían que ser las dirigencias estatales apoyados por sus comités municipales en un despliegue que impregne en la sociedad un mensaje de “estamos de su lado, estamos con ustedes”.
Pero no, es más cómodo hacer “política” de escritorio, metidos en las oficinas y el clima, sin colocarse en los zapatos de la gente.
Unos termos gigantes con limonada y repartirla con vasitos de papel en las paradas de camiones donde hay mayores concentraciones de personas. ¡Algo por piedad, algo!
Como los estudiantes que quieren aprenderse el libro la noche antes del examen o los peleadores que pierden 11 rounds y le apuestan a un golpe de suerte en el último noqueando al rival. Así están.
En Nuevo León los partidos no existen, están pintados y de adorno, sólo dan señales de vida un año antes y durante el año en que se realizan elecciones, después se tiran a la hamaca a esperar lo que suceda.
Los votantes no son tontos y siguen tomando nota.