Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
Las recientes encuestas de los medios de comunicación de Nuevo León han desdeñado evaluar al alcalde de Apodaca, César Garza Villarreal. Es un error, el priista debiera estar calificado junto a todos sus correligionarios. Es difícil entender que, por ejemplo, El Norte (Reforma en CDMX), no lo haya considerado cuando consideró a otros alcaldes del área metropolitana, como Miguel Treviño de San Pedro Garza García; Clara Luz Flores, de Escobedo; Cristina Díaz, de Guadalupe; Adrián de la Garza, de Monterrey. Garza Villarreal ha gobernado dos de los municipios de mayor demografía electoral del PRI, Guadalupe y, por segunda ocasión, Apodaca.
Es inocente no haberlo comparado con los protagonistas altos y bajos de las tablas demoscópicas. Es muy probable, y esto es una especulación, que estuviera por encima del secretario de Gobierno, Manuel González; del jefe de la Oficina Ejecutiva del Gobierno de Nuevo León, Waldo Fernández; del diputado panista Hernán Salinas; del presidente de la CCE, Carlos Salazar Lomelí (quien ya declinó); del senador panista Víctor Pérez; del alcalde de San Pedro, Miguel Treviño; del diputado federal y dirigente estatal del PRI, Pedro Pablo Treviño; del exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo; de la delegada federal en Nuevo León, Judith Díaz; de la diputada federal, Tatiana Clouthier; del diputado local priista, Francisco Cienfuegos; de la alcaldesa priista del municipio de Guadalupe, Cristina Díaz.
Probablemente, insisto, César Garza Villarreal estaría en la tabla alta, junto con su compañera priista, la alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores. También cercano al senador de Movimiento Ciudadano, Samuel García y del senador panista, Víctor Fuentes. Sería una buena competencia para el puntero, el alcalde priista de Monterrey, Adrián de la Garza.
A dos años de la elección para la gubernatura del Nuevo León, descartar a Garza Villarreal es un error de visión política. El analista y encuestador Mentor Tijerina me puso en alerta con esta llamada de atención. Falta que evalúen a César, hay que meterlo en los sondeos, en las encuestas, me expresó. También sugirió que para reinventarse y posicionarse, el PRI debería intentar, como lo hizo hace sexenios, una elección abierta a priistas y ciudadanos para elegir candidato. Ahí está la propuesta, a ver si el PRI de Nuevo León la toma.