Por Jorge Narváez.
Es preocupante que en apenas tres jornadas transcurridas del Apertura 2019 ya se esté poniendo sobre la mesa la destitución de directores técnicos. Los pésimos resultados del torneo anterior están repercutiendo hoy y no faltarán muchas jornadas para que se anuncie el primer cambio de entrenador.
Rayados, Chivas y Cruz Azul no han encontrado la estabilidad desde la campaña anterior, a pesar de que los regios y los cementeros gozan del campeonato en la Concachampions y Súper Copa MX, respectivamente. Pero en la Liga Mx, simplemente no han podido dar el golpe de autoridad.
Es raro ver a los albiazules, liderados por Diego Alonso, en los últimos lugares de la tabla general.
El Cruz Azul de Pedro Caixinha es ya una costumbre verlos batallar para levantar y en los apuros que se meten para la clasificación.
Y Chivas, bueno, desde que comenzaron los pleitos familiares de los Vergara, el equipo lo han mandado a un segundo término.
Es joven el torneo, pero prácticamente están jugando los mismos elementos en la Liga. No hay cambios dentro del formato que haga suponer que existe un tema de adaptación. Y aunque los hubiera, estamos tratando con profesionales del fútbol. Bueno eso quiero pensar.
En el resultado de un partido la responsabilidad es compartida entre el técnico y los jugadores, que estos últimos son los que generan los cambios que el entrenador tiene que recurrir para mejorar
Si uno no da “el cien” en la cancha se puede cambiar, pero si son la mayoría, pues estamos hablando de un problema de vestidor y un complot contra el entrenador o directiva.
Ellos también pueden provocar el cese de directores técnicos y ante ese panorama la directiva se ve casi obligada a cumplir esos caprichos.
Fotografía propiedad de: Oncediario/ Mexsport
@soyjorgenarvaez