Por Obed Campos.
La renuncia anunciada que se previó desde hace meses, por la desaparición/aparición misteriosa de los colmillos de una elefanta muerta de causas naturales en el Parque La Pastora, por fin se dio este fin de semana en la renuncia de Roberto Chavarría Gallegos, ahora extitular de Parques y Vida Silvestre, del estado de Nuevo León.
Al angelito, que de amante de los animales y lo silvestre nada tiene, la Profepa lo investiga porque entre otras linduras se dice que adquirió una parvada de flamencos con documentos apócrifos.
Claro que el ahora exfuncionario se defendió en sus redes sociales: “He tomado la decisión de solicitar al Ejecutivo del estado una licencia sin goce de sueldo, a partir del día 11 de agosto del presente año.”
Y pues el tal Beto, para los amigos, renuncia, pero no se va, porque queda sujeto a investigación por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como la misma Dirección de Parques y Vida Silvestre del estado de Nuevo León.
Los que conocen del caso, dicen que fue salvaje, como el reino animal, la corrupción bajo el mando de Chavarría Gallegos y que se hacían negocio hasta con el alpiste para alimentar a las aves en cautiverio.
Ojalá y no queden impunes sus supuestas fechorías.
INFIERNO EN LA TORRE
No, no voy a hablar de aquella película de los años ochenta, sino de lo que vivieron unos 400 burócratas del estado de Nuevo León el jueves y el viernes pasado, cuando fallaron los aparatos de aire acondicionado de los 34 pisos de la Torre Administrativa y el Pabellón Ciudadano.
Aunque quisieron tapar el sol con un dedo, las inefables autoridades estatales, y aunque a los reporteros se les durmió el gallo de la pasión, me enteré que hubo al menos 15 casos de golpes de calor, porque el viernes la temperatura en Monterrey oficialmente no llegó a los 40 grados, pero así se sentía.
Las quejas de los empleados llegaron a oídos del Sindicato de Burócratas, que encabeza Manuel Cavazos Uribe, quien tuvo que interceder para que a eso de las 14:00 horas se suspendieran las labores y se les diera la salida a los empleados de un edificio que atiende a miles de ciudadanos todos los días.