La Marea Verde regresó a las calles de la Ciudad de México para exigir aborto legal, seguro y gratuito en todos los estados del país, celebrar la despenalización del aborto en Oaxaca y recordar a las víctimas de procedimientos realizados en la clandestinidad. Las manifestantes también demandaron justicia para todos los feminicidios y llamaron a las autoridades a aprobar la Ley Olimpia.
A las 17:00 horas de este 28 de septiembre, Día Internacional por la Despenalización del Aborto, los contingentes comenzaron a salir del Monumento a la Madre con pañuelos verdes en sus cuellos, muñecas y brazos; también había carteles con las exigencias, la batucada comenzó con las consignas: “Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo”, una de las principales.
Tal como lo prometió la Jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, la presencia policial aumentó. Mujeres policías comenzaron a llegar a Paseo de la Reforma y formaron una cadena, rodearon la protesta y vigilaron al grupo de feministas radicales que encabezaron la marcha.
Miles de mujeres caminaron y gritaron las conocidas consignas como “Porque no, que te dije que no, pendejo no. Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía”, “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios, saquen sus doctrinas de nuestras vaginas”; y también las recién creadas “Ni porno, ni venganza, la Ley Olimpia avanza” o simplemente “Oaxaca” para celebrar lo ocurrido el pasado 24 de septiembre.
En los contingentes, también marchaba la crianza feminista, mujeres con sus hijos en carriolas y portando algún cartel; una niña dejó claro que “tener un hijo a los 13 años no es una bendición, es una violación” mientras pisaba una muñeca con sangre falsa y portaba un pañuelo verde tapando su rostro.
“Niñas, no mamás” se escuchaba de las mujeres que defienden el derecho a decidir, la maternidad deseada y educación sexual. La crianza feminista demostró que existe una forma diferente de criar, respetando los derechos humanos, las libertades de cada persona, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Mientras la protesta continuaba por Paseo de la Reforma.
El “bloque negro”—feministas radicales—, comenzó a pintar las calles con leyendas como “Aborto Legal” o “México feminicida”, pero ante la presencia de policías, hubo altercados. El primero sucedió en la Cámara Nacional del Comercio sobre Reforma, cuando el bloque radical comenzó a incendiar una de sus puertas. El fuego crecía, policías se metieron, mujeres reaccionaron en contra; se aventaron pintura y polvo extintor. Al final, llegaron los bomberos y la marcha siguió.
Colectivas de la Universidad Autónoma Metropolitana, de Prepa 6 de la UNAM, de la diversidad sexual, Pan y Rosas, Rosas Rojas, Las Constituyentes, de la Ley Olimpia, amigas, familias enteras y mascotas con pañuelo verde continuaron su rumbo al Zócalo.
A la altura de Bucareli, ocurrió otro enfrentamiento con las mujeres policías; las manifestantes se acercaron a pintar un anuncio publicitario de la estación El Caballito del Metrobús, pero las elementos de seguridad lo impidieron y lanzaron polvo extintor. Hubo gritos por impedir la libre manifestación y por agresiones a mujeres como empujones o jaloneos; las policías estaban presionando a los contingentes y llegaron antimotines.
Las mujeres entraron a avenida Juárez e hicieron la primera parada en la Antimonumenta a los Feminicidios en Bellas Artes. Ahí, exigieron justicia por las víctimas se violencia de género y mujeres desaparecidas. La mamá de Marichuy, asesinada en 2016, dijo a las policías que “ojalá así hubiera cuidado a mi hija”.
Luego avanzaron por avenida 5 mayo y entraron a la plancha del Zócalo. Surgió la propuesta de terminar la protesta en la Catedral, sin embargo, no se pudo concluir pues ya había una cadena de elementos de seguridad que repelieron a las mujeres de nueva cuenta con polvo extintor; en ese punto, incluso reporteras y miembros de la Brigada Marabunta fueron blanco de las policías.
La protesta llegó a un templete del Zócalo donde varias mujeres tomaron la palabra, explicaron las razones que las llevaron hasta el Día por la Despenalización del Aborto, entre ellas, integrantes de la crianza feminista. También subió Paola para relatar los abusos de los que fue víctima y la discriminación en su contra.
Tomó la palabra Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley Olimpia hasta ahora aprobada en 12 estados y que castiga la violencia digital, y quien recordó a todos los presentes que ninguna mujer, adolescente y niña exhibida en internet, quiere estarlo porque compartir contenido íntimo sin consentimiento “mata”.
“Somos dueñas de nuestras cuerpas, cada parte de nosotras es nuestra y nosotras decidimos qué hacer con ella. Dejé de ser Olimpia para hablar en nombre de mis compañeras que fueron víctimas de esta violencia digital que también mata. No somos putas y cuando queremos serlo, lo hacemos con nuestro consentimiento. Somos las zorras, las políticamente incorrectas, aquí estamos todas hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Finalmente, comenzó una jornada artística y musical con las colectivas presentes sin más registros de altercado con las guardias de seguridad. Poco a poco, las mujeres fueron desalojando la plaza, pero advirtieron su regreso hasta conseguir la consumación del aborto legal en todo el país.
Fotografía: Cuartoscuro/ SDPnoticias
