Por José Jaime Ruiz.
Celebro la Marea Verde. Celebro Oaxaca y la CDMX. Como padre de dos hijas, celebro sus decisiones. La represión del alcalde de Monterrey en contra de la manifestación verde a favor del aborto es una violación. Usar a la policía para reprimir es una violación. Retener a una mujer por acusaciones injustificadas es una violación. Destrozar una manifestación con empujones y golpes es una violación.
Contra la celebrable marea verde, el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, impuso su Marea Mierda.
No al abuso. No a la violación ciudadana.
Hace unos días el Congreso local de Nuevo León, pidió que la seguridad de la capital, Monterrey, estuviera a cargo, totalmente, de la administración municipal.
¿Para qué la quieren?
¿Para reprimir?
Adrián de la Garza Santos es un fascista, piensa como policía, no como alcalde de una ciudad. Represor, debe disculparse. Aunque, en su caso, no hay disculpa que valga. Plagió, secuestró “oficialmente”. De aquí y hasta siempre, está inhabilitado en cualquier función pública. Su marea apesta.