Familiares que acudieron a los centros penitenciarios de Apodaca y Cadereyta a visitar a los internos tuvieron muchos problemas. Filas de hasta un kilómetro y medio se pudieron apreciar a los alrededores de estos centros penitenciarios donde la gente tuvo que esperar de tres a cuatro horas para poder ingresar, en vista de la gran cantidad de visitantes que hubo.
Esto se debió a que al trasladar a 2 mil 500 reos que anteriormente estaban en el Topo Chico se duplicó la visita, lo que saturó el trabajo en ambos lugares. Incluso en el penal de Apodaca, los familiares se toparon con un punto de revisión de Fuerza Civil, metros antes de llegar a las instalaciones penitenciarias. Esto ocasionó filas de hasta 1.5 kilómetros que se podía apreciar por toda la carretera a Salinas Victoria.
Martín González, director del Centro de Readaptación Social, confirmó la información tras un recorrido realizado en el acceso principal del penal y sobre la carretera.
“Tuvimos que eliminar un punto de revisión de Fuerza Civil y lo recorrimos hacia allá, para no tener la gente en riesgos, el que estaba aquí a 30 metros, como antes era poca la visita, pero por eso decidimos quitarlo ahora, era un punto de revisión, se acaba de quitar, me di cuenta de esta situación”.
“Lo único que hicimos fue eliminar el punto de revisión, recorrerlo para que la gente tenga acceso y no tenga problemas y riesgos, por instrucción del Sistema de Administración Penitenciaria, va muy fluido”.
En Cadereyta, aunque no hubo punto de revisión, los visitantes tardaron más de lo acostumbrado. Las personas que por primera vez acudieron a ese penal provocaron largas filas a tal grado que para ingresar tardaban hasta cuatro horas.
Mientras eso ocurría en esos lugares, por primera vez en muchísimos años, el Topo Chico lucía desolado. Sólo quedó poblado con cerca de 100 internos para el evento protocolario de las autoridades a realizarse este lunes.
