El 7 de octubre, ante el anuncio del despliegue militar turco en la frontera con Siria, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que “destruirá totalmente” la economía de Turquía, si considera que su ofensiva militar contra el norte de Siria es “demasiado”. En su cuenta personal de la red social Twitter el mandatario escribió: “Como ya he dicho firmemente antes, y sólo para reiterar, si Turquía hace algo que yo, en mi gran e inigualable sabiduría, considero que está prohibido, destruiré totalmente y borraré la economía de Turquía”.
Trump aceptó que Turquía, “junto a Europa y otros deben vigilar a los combatientes capturados de Estados Islámicos y sus familias”, que están en poder de las fuerzas kurdas sirias al noreste del país, en particular en Al Hol, de acuerdo con un reporte de Europa Press.
El mandatario estadounidense afirmó que esa nación “ha hecho mucho más de lo que nadie podía esperar, incluida la captura del 100 por cien del califato de Estado Islámico”, con acciones de defensa, por lo que consideró que este es “el momento de que otros en la región, algunos con una gran riqueza, protejan su propio territorio”.
Con este antecedente, este miércoles 9 de octubre, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció el inicio de una acción militar en el norte de Siria.
El operativo es llamado “Fuente de Paz” y según el presidente turco se inició el ataque en coordinación con el Ejército Sirio Libre en contra de las milicias kurdas y el Estado Islámico, ambos considerados como fuerzas terroristas por Turquía: «Nuestro objetivo es destruir el corredor del terror que está tratando de establecerse en nuestra frontera sur y traer la paz a la región».
Las operaciones iniciaron con un bombardeo en una zona cercana a Ras Al-Ayn, acción difundida a través de las redes sociales.
Sin embargo, las Fuerzas Democráticas Sirias denunciaron que los aviones turcos han afectado objetivos civiles ajenos a los anunciados por el presidente turco.
Fotografía: @CalibreOscura