Por Obed Campos.
No le vaya a usted a extrañar que el titular del Instituto Nacional de Migración (INM) Francisco Garduño Yáñez, deje su cargo en el gobierno de la 4T porque acepte un cargo del más alto nivel en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, más conocida como NASA (por sus siglas en inglés, National Aeronautics and Space Administration).
Y es que ahora sí que el alto funcionario federal se la voló al decir que los migrantes serán repatriados a sus lugares de origen, “así sean de Marte”.
¿Delirio o estrategia? Si con esa poca seriedad se trata el delicado tema migratorio y el funcionario vertió su opinión precisamente durante la inauguración de una exposición sobre migrantes que han tenido triunfos y han destacado en el país… Pues estamos para camisa de fuerza.
Si con esa delicadeza se trata el tema, imagine usted cómo se trata a los migrantes “rescatados” no “cautivos” por las autoridades mexicanas que los repatrian.
Pero ya en el mismo tono que Garduño Yáñez, ¡cuántos años de esfuerzos en investigación científica y cuántos millones de dólares le podría ahorrar el funcionario mexicano de ser empleado por la NASA!
Esto sí que sería un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad.
Otra clase de ‘científicos’
Acá en Nuevo León, a los dueños de vehículos de motor nos subieron los impuestos de nuestros autos con el pretexto de financiar una verificación anticontaminante “gratuita” que nunca se dio.
Y ahora sale el secretario de Desarrollo Sustentable, Manuel Vital, a informar que personal del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y de la Agencia Estatal del Transporte harán una verificación, “a ojo de buen cubero” para identificar los vehículos que consideren contaminantes.
Paso siguiente, en este afán científico, se le tomará una foto al vehículo, y en seguida el usuario recibirá en su domicilio una multa.
Vital dijo que el operativo durará 30 días, pero no reveló cuánto van a costar las dichosas multas, impuestas, ahora sí que usando el tanteómetro.
