Por Francisco Tijerina.
“Sería fantástico que andara equivocado
Y que el baño no estuviera ocupado…”
Joan Manuel Serrat.
Sería fantástico.
Que nuestros políticos dejasen de hablar mal de sus adversarios y se dedicasen a promover sus planes, proyectos, acciones y logros.
Sería sensacional que en lugar de jugar a “ser menos peor” y tirar mierda de un lado a otro en una retahíla de mentiras y verdades en las que a nadie le queda claro qué es cierto y qué no lo es, dedicasen un poco más de tiempo a trabajar.
Sería todo un síntoma de coherencia y congruencia dejar de hacer política aplastando y apoyándose en otros. ¿Cuándo entenderán que lo malo, los defectos y fallas son lo suficientemente obvios para que ya lo hayamos visto?
Sería formidable que la política se centrase en la discusión de las ideas y en la lucha por mejorar las cosas, no en juzgados y tribunales, no en denuncias y acusaciones, no en declaraciones incendiarias en los medios de comunicación y las redes sociales.
Sería ideal el hablar de logros y triunfos, no de incumplimientos, fracasos y promesas no cumplidas, porque quien acusa no ha cumplido aún, sólo señala, pero no aporta.
Sería fantástico que un día, así como de la nada, nuestros políticos cambiasen y por fin estuviesen a la altura de las necesidades y retos de nuestro país.