Por Eloy Garza González
Hagamos un recuento del polémico Jorge Vergara ahora que ha muerto. Dígase lo que se diga, Vergara hizo repuntar a las Chivas, un club que con su controvertida gestión puso en el candelero.
Con variados resultados, convirtió a cada jugador en un rockstar, haciéndolos posar ante fotógrafos y camarógrafos en el arranque de cada temporada: armó polémicas entre ellos, los contrapunteó, les inventó rivales, los provocó, y todo eso mientras instalaba al equipo en un nuevo estadio.
¿Qué consiguió con tanto escándalo? Que Chivas, al margen de si se metían o no goles, fuera de las más cotizadas globalmente. Ademas, Vergara logró que los derechos de transmisión en EUA del equipo estuvieran apenas detrás del Real Madrid y del Barcelona.
Pero su momento más polémico fue su relación empresarial (más que amorosa) con la inversionista gasera Angélica Fuentes. Se casaron en la India, en una boda millonaria, con excentricidades memorables entre las cuales, la menor, fue aparecer en el evento montados en dos paquidermos. Luego, acordó que Fuentes tomara las riendas en el club y Omnilife, iniciando un pleito entre ambos de dimensiones gigantes.
Chismes de violencia en la pareja, hospitalización de Fuentes por agresiones, insultos de ambos en los medios, demandas mercantiles, hasta que Vergara retomó el control de Omnilife en 2015. Corrió a Fuentes y a todo su equipo de colaboradores con cajas destempladas, apoyado por seguridad pública y por el polémico abogado Javier Coello quien juró meter tras las rejas a Fuentes.
Vergara enfermó de un cáncer de páncreas pero no quiso ventilar que tenía los días contados, para no entorpecer el proceso legal en contra de su ex pareja. Se unió de nuevo con Rossana Lerdo de Tejada en 2017 y se fue a vivir al exclusivo Country Club de Guadalajara. Hoy murió hace unas horas, en Nueva York.