Por: Obed Campos
@obedc
¿Dónde quedó el brillo apantallante de la figura recia de Jaime Rodríguez Calderón, el otrora Bronco, quien venció a todos y a todas y llegó en el 2015 a gobernar Nuevo León?
¿En qué momento perdió el paso del brioso corcel con el que tomó la Macroplaza y se metió de lleno al Palacio de Cantera?
Leo una nota de Aracely Chantaka Lucio, en Publimetro, que debe de haberle amargado el desayuno al todavía gobernador de Nuevo León:
De los 32 gobernadores de México, Rodríguez Calderón, se encuentra, evaluado, como el 31, o sea el penúltimo de los peores.
Este índice, elaborado a base de encuestas, lo dio a conocer las empresas C&E, Campings&Elections México y Varela y Asociados, de acuerdo a la nota de Chantaka Lucio y sitúa a Jaime en el penúltimo lugar.
Cuauhtémoc Blanco, el gobernador de Morelos, es el único peor evaluado y quedó en el lugar número 32, pero a Jaime lo antecede Alfredo del Mazo, quien ocupa el lugar número 30 de las encuestas.
La nota dice que este “Tercer Ranking de Gobernadores se elaboró a través de entrevistas telefónicas y en las mismas fueron encuestadas 19 mil 200 personas. Se realizaron 600 entrevistas por cada entidad federativa, lo que representa un margen de error de un 4.9%, con un intervalo de confianza del 95%, especificó la firma”.
A Jaime le queda menos de un año, si quiere remontar en su popularidad.
Sería remar contra corriente, aunque se vale soñar.
UN ACTO DE JUSTICIA
El fin de semana, un hombre desesperado porque no llegaba una ambulancia para que atendieran a su pareja, herida en una balacera en San Nicolás de los Garza, robó una patrulla de policía y en ella llevó a la mujer a un hospital.
Como no hubo denuncia de parte de la policía, el hombre fue puesto en libertad, justamente. NO tomó la justicia en sus manos, sino que buscó el auxilio a cualquier precio, y eso nadie lo puede condenar, en esta nación tan desbarajustada en la que nos ha tocado vivir.
