En California, la madre del migrante mexicano Marco Antonio Nápoles, quién murió en agosto del pasado año víctima de abuso policial, presentó esta semana una demanda, contra el departamento del alguacil del condado de San Diego, que exoneró a 11 policías de la muerte de su hijo.
Como parte de la asesoría legal a la familia, el Consulado de México en San Diego presentó videos de la actuación de los agentes.
Las imágenes, compartidas por el noticiero En Punto, muestran a los once agentes de San Diego someter con uso excesivo de fuerza al joven originario de Guaymas, Sonora, quien simplemente se detuvo por problemas mecánicos en su auto, sobre al autopista hacia Temecula, en Riverside.
Los empleados de la estación, en lo que podría tratarse de un caso de racismo, llamaron al número 911 al encontrar “sospechoso” al joven mexicano.
En la imágenes, se observa que uno de los policías se acerca a la víctima, aparentemente en calma, señalando que los trabajadores de la gasolinera no lo querían ahí.
Marco hizo una llamada telefónica para buscar a su tío o a alguna persona para que lo ayudaran a recoger su automóvil, mismo que estaba descompuesto.
Sin embargo, fiel al estilo brutal de la policía de los Estados Unidos contra las minorías de su país, 11 agentes se reunieron para someterlo brutalmente. Se cree que Marco Antonio no entendió las instrucciones de los agentes, que fueron en inglés.
Por este motivo, Dolores Rosales, madre de la víctima, presentó ante un tribunal federal de Estados Unidos una demanda contra el departamento del alguacil del Condado de San Diego, por la exoneración, en agosto pasado, de los 11 oficiales.
Por su parte, el Cónsul de México en San Diego, repudió este uso excesivo de fuerza.
Carlos González Gutiérrez, Cónsul de México en San Diego
«El gobierno de México a través de este Consulado General se pronuncia en contra de la fuerza excesiva en contra de cualquier persona».
Fotografía: Tomada de video