El representante de la familia de Ari Behn ha confirmado a los medios noruegos que el funeral por el escritor se celebrará el próximo 3 de enero a las 13 horas en la Catedral de Oslo y que será el obispo de la ciudad noruega el encargado de oficiar el servicio religioso.
Se ha escogido este templo precisamente por su capacidad porque, visto el apoyo que la familia ha recibido tras la noticia, se espera una gran afluencia por parte de los ciudadanos noruegos.
Entre los asistantes estará un representante del Gobierno nacional, tal y como han comunicado desde el Ejecutivo, pero no se le otorgarán honores especiales de funeral de Estado. «Fue un artista y escritor innovador que ha significado mucho para mucha gente.
Sin embargo, teniendo en cuenta cómo se ha realizado en otros casos, esta vez no corresponde», han explicado desde el departamento de comunicación del Primer Ministro.
Las condolencias no han parado desde que se conoció el fatal desenlace y al comunicado de la Familia Real, han seguido un sinfín de homenajes en memoria del escritor y artista. Entre ellos, el la madre de Ari, que dos días después de su fallecimiento ha reunido fuerzas para recodar a su hijo: «Querido Miki (en referencia a su segundo nombre).
No fue la oscuridad la que te llevó. Fue la luz la que vino a conocer. Querido amado Miki. La oscuridad nunca te llevó. Fue la brillante luz que se mezcla contigo».
Precisamente fue Marianne, la madre de Ari, la que hizo de involuntaria celestina en la historia de amor de su hijo con la princesa Marta Luisa.
Fue a principios de 2001 cuando los medios noruegos comenzaron a hablar de un romance entre la pareja, que se conoció gracias a la madre de él, que dio clases a la Princesa en la Universidad de Oslo. Su historia de amor culminó el 24 de mayo de 2002 con una boda en la catedral de Nidaros, en Trondheim, a la que acudió el entonces príncipe Felipe.
Catorce años después y con tres hijas en común, su matrimonio tocaba a su fin en 2016. Pese a la ruptura siempre tuvieron una relación de lo más cordial. La muerte de Ari Behn ha generado una honda conmoción en todo el país.
La noticia de su suicidio a los 47 años sorprendió a todos en plena celebración de la Navidad, cuando al anochecer llegó el comunicado oficial que informaba de su muerte.
La sorpresa inicial dio paso a las preguntas sobre qué habría llevado a Behn a tomar esta decisión y, por supuesto, a las condolencias de amigos, familiares, personas cercanas a su entorno… y también muchos desconocidos que han querido acercarse hasta las puertas del Palacio Real de Oslo para encender una vela en su honor.
