Por Eloy Garza González
Un problema grave de la Unidad de Inteligencia Financiera que encabeza Santiago Nieto, es que le gusta alardear cómo cocinará la liebre antes de pescarla. Es un defecto de fábrica que copian del propio AMLO. Basta con informar lo que harán próximamente para que celebren el tiro a gol. Y todo éxito en la vida, como en el arte de gobernar, como en el amor, ocurre hasta consumarse la ejecución y no antes, en la mesa de planeaciones.
Cierto día, varios medios advirtieron (el primero fue el periodista José Jaime Ruiz) que Santiago Nieto investigaba al ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, y la nota ya sustituye desde entonces a toda posible conclusión de las pesquisas. Se habla de 17 mil millones de pesos en asignaciones directas para las obras de reconstrucción del huracán Alex, pero la especie no va más allá de lo que han ventilado los propios medios.
Se habla del destino turbio de mil seiscientos millones de pesos para desmontar el terreno donde se instaló la planta de Kia Motors, en Pesquería, pero la nota es la misma publicada desde hace muchos años, sin variables ni añadidos de consideración.
Incluso la Unidad de Inteligencia Financiera sólo investiga a los Medina (papá e hijos), por 3 mil 500 millones de pesos, y los expedientes, de acuerdo con filtraciones de algunos funcionarios de la propia dependencia, se integra casi en su totalidad con recortes de prensa. Mientras tanto, esta familia real, tan boyante en sus inversiones inmobiliarias, tan prospera en Nuevo León y Texas, se dan la buena vida en viajes por la Patagonia.
Santiago Nieto debería saber que el cinismo de los corruptos no se subsana exhibiéndolos a todo lo alto. De esta manera, hasta se les hace un favor poniéndolos sobre aviso; se trata de gente que sabe cómo comprar voluntades, como curarse en salud, cómo maniobra en la tenebra, porque ese ha sido casi su único oficio durante muchos años.
Es más: en EUA ya se corretea a la misma liebre por lavado de dinero, y es probable que en México la UIF esté dando ruedas de prensa intrascendentes, cuando en Texas ya se giren órdenes de aprehensión en contra de algunos presuntos. Nada nuevo, por cierto, en estos últimos meses.