Por Jorge Narváez.
Rayados vive una sequía de triunfos que lo mantienen en el último lugar de la clasificación, con apenas siete jornadas. El camino sigue siendo largo aún pero el margen de error se acorta cada vez más. Para este torneo, con 25 puntos es el promedio para muy a fuerza clasificar, y para llegar a esa cantidad de puntos, el Monterrey necesita ganar nueve partidos y sólo tiene margen de tres partidos.
La situación de Rayados es complicada sobre todo porque tiene buenos jugadores y en la mayoría de los partidos, no en todos, se ha visto a un equipo que genera jugadas y buscan el triunfo. Eso sí a la hora de definir el gol…, ¡fallan!
Antonio Mohamed tiene la misión de encontrar la falla en el equipo. Aunque aquí sólo hay de dos sopas: es el vestidor o su alineación.
Se especuló que su anterior salida fue por tener un vestidor “roto”, que los jugadores no estaban a gusto con el entrenador, y hasta se ha dicho que mantenerlos convocados tiene un precio.
En la alineación ha manejado diferentes tácticas a lo largo del torneo; y es válido, porque se amolda a los diferentes rivales. Pero hasta en el mismo partido ha realizado cambios drásticos de un momento a otro, y eso provoca una inestabilidad en la cancha, lo que repercute en el resultado.
Al “Turco”, las ideas, o lo planeado, no le está funcionando, no ha encontrado el punto clave para avanzar, por más que le busca, que le mueve a la alineación; por más que mira a la banca, nada más no encuentra la solución.
De momento la afición aún sigue encantada por el campeonato, pero si no clasifica, en el siguiente torneo su continuidad estará en peligro de extinción.
Fotografía: Rayados/ Oncediario