Por Obed Campos
Hay que tener menos de dos dedos de frente (y algunos tenemos más, como cinco) para “comprar” la “bondadosa” y “ecologista” idea del gobierno de Nuevo León, que, supuestamente apegado a su Programa de Respuesta a Contingencias Atmosféricas, ahora va a tratar de prohibir las carnes asadas con carbón y leña en restaurantes del área metropolitana de Monterrey.
Martín Mendoza, quien cobra como subsecretario de Protección al Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del estado, se ve que sabe, pero como poner contra la pared a justos por pecadores.
Porque si Mendoza fuera un experto en contaminación, sabría que las fuentes de la contaminación en este Valle de Extremadura, ahora conocido como la Sultana del Norte, tienen más que ver con pedreras e industrias y no con carnes asadas, por muy industriales que sean esas cocinas.
Se nota que lo que buscan en la administración de Jaime Rodríguez Calderón es engañar con la verdad y distraer la atención.
Va a ver usted que ahorita salen con esa ocurrencia y en unos días se van a buscar otro enemigo a vencer, para no combatir las verdaderas causas de la contaminación que nos ahoga a los regios.
Síganle así, van muy bien.