Por Eloy Garza González
Como si hubieran adivinado que vendría el coronavirus, hace un año llegaron a la Secretaría de Salud del gobierno federal puros epidemiólogos. No digo que el titular, Jorge Alcocer lo sea y los demás no. Digo que lo son todos.
No existe ningún otro país en el mundo donde coincidan en esa especialidad médica todos los primeros cuadros del sector salud.
Lo es el subsecretario, Hugo López-Gatell, el coordinador de institutos (doctorado en la muy prestigiada Universidad John Jopkins), Gustavo Reyes Terán, y el director general de Epidemiología, José Luis Alomía (en otros sexenios, por absurdo que parezca, el director de esa área no era epidemiólogo). En sus organigramas predominan (¿quienes creen ustedes?) los epidemiólogos.
¿Cual es el problema entonces que tenemos los mexicanos y por eso andamos todos contra todos, como perros y gatos? AMLO. En vez de atender lo que dicen los expertos, que él mismo puso, AMLO hace lo contrario.
Lo mismo pasa con sus lugartenientes intelectuales como John Ackerman y el tal Gibrán no sé qué. En vez de replicar en sus cuentas de Twitter lo que dice López-Gatell, se ponen a celebrar como loquitos lo popular, famoso y amado que es AMLO. El colmo.
Mejor hagamos lo que los gringos, con su presidente Trump (dejaron de atender sus tuits y ya reculó). Al menos durante las próximas semanas, dejemos de pelar a AMLO en sus mañaneras y atendamos seriamente lo que dicen nuestros expertos de salud.
Tampoco pelemos mucho a Adela Micha ni a Raymundo Riva Palacio, ambos tan obsesionados en ensalzar sus propios egos.
