Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
Como Don Quijote, dedicarse: “los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, y abusos que mejorar, y deudas que satisfacer”. La derecha y sus vehículos de desinformación, como Reforma, y los comentócratas a sueldo (pasaron de la nómina del gobierno a la nómina empresarial), armaron una campaña insólita, delirante, es decir, convertir una inversión local (Mexicali) en un problema nacional e internacional porque el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “espantaba la inversión” nacional y extranjera, que había desconfianza jurídica, etcétera.
1.- Desde noviembre de 2019 López Obrador había advertido que en su gestión no se privatizaría el agua.
2.- La inversión en México no está paralizada, como pretende la derecha. Lo particular no condiciona lo general. La planta cervecera de Constellation Brands es UNA inversión, no es LA inversión. Su instalación en Mexicali se pretendía estratégica: aprovechar el mercado de California y los EU. La voracidad saltó a la vista: usar el agua de Mexicali para “exportarla” en modalidad de cerveza.
3.- El contragolpe de Andrés Manuel fue brillante. La derecha se quedó sin argumentos de pánico (no habrá más inversión, estamos a punto del precipicio). Ante los argumentos simplones de la derecha, puso de ejemplo la solidaridad de Carlos Slim, de Germán Larrea, Banorte y la cereza discutible fue la alocución de Ricardo Salinas Pliego: “Hay que apoyar al presidente, aquí conviene mucho que la oposición fifí se modere porque la alternativa de aislamiento es la rapiña y la violencia social”. El presidente demostró que quienes hicieron del caso “Constellation Brands” una campaña de desprestigio estaban equivocados. Hay de fifís a fifís. No es un ataque a la libre empresa, tampoco a la inversión.
4.- Reducir la cancelación a venganzas y agravios es un sinsentido. Acostumbrado a la rumorología, a la vida cortesana del neoliberalismo, en su columna de hoy de El Universal Salvador García Soto asegura que le aseguraron que lo de la cancelación de la cervecera es contra el Grupo Modelo, y especialmente contra Valentín Diez Morodo, porque fue uno de los promotores de la guerra sucia en contra de Andrés Manuel. Si así fuera, desde hace muchos meses existiría una cacería de brujas contra los empresarios, bastantes por cierto, que se dedicaron a denostar, por muchas vías, a López Obrador. No hay tal.
En noviembre de 2019 el presidente aseguró: “no existe ninguna posibilidad de que se privatice el agua”. El Economista registró: “El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este miércoles que durante su gestión no se privatizará el agua y pidió que se revisen las legislaciones en los estados donde su manejo sí pasó a manos de particulares.
“En su conferencia de prensa matutina, el mandatario aseguró que anteriormente se intentó hacer privado el acceso al líquido, sin embargo, no se logró porque hubo movilizaciones cuando él estaba en la oposición”.
En la mañanera del 25 de marzo, expresó cuando le preguntaron si había corrupción en los permisos concedidos a la cervecera:
“Claro que sí, influyentismo. Nada más es cuestión de pensar, de sentido común, que es el menos común de los sentidos, cómo dar un permiso para una planta cervecera que consume agua en donde hay escasez de agua y, además, que es producir, elaborar cerveza con agua que vamos a exportar; y cuántos empleos, si estoy hablando de la forma en que las empresas están automatizadas.
“Yo quiero el crecimiento, sí, nada más que quiero que el crecimiento traiga aparejado el bienestar de la gente y que no se afecte el medio ambiente.
“Afortunadamente me buscaron los dueños de esta empresa, porque quieren un acuerdo, y yo estoy en la mejor disposición de recibirlos, de atenderlos, de escucharlos y que nos escuchen también a nosotros. La gente votó por un cambio y dijimos: no en el discurso demagógico, dijimos mandar obedeciendo, democracia participativa.
“Entonces, no vamos a imponer nada, no voy a llevar la Guardia Nacional para que se abra una planta.
“(…) No sabemos porque vamos a ver, vamos a revisar el caso, cómo se dieron los permisos. Yo nada más les recuerdo que cuando quien gobernaba Baja California y era gobernador de California, los gobernantes de Baja California decidieron una privatización del agua y luego entregaron estos permisos que corresponden entregar al gobierno federal, todo lo que es el manejo de agua por ley. Entonces, hubo unas grandes movilizaciones de la gente en contra. Entonces, ya no es que se puede llegar a un acuerdo arriba, en la cúpula, no. Entonces, vamos a buscar entendimiento.”
¿Está López Obrador en contra de la inversión y el libre mercado? No, pregúntenle a Larry Fink de Blackrock. Y, sin embargo, primero los pobres, primero los ciudadanos, primero el agua. Por eso: “los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, y abusos que mejorar, y deudas que satisfacer”.
