Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Internet es la primera cosa que la humanidad ha construido y que no
entiende, el experimento más grande de anarquía que hemos tenido.” // Eric Schmidt
Cuando los seres humanos
contamos con la mayor cantidad de herramientas de comunicación y somos capaces
de difundir cualquier noticia a todo el planeta en cuestión de segundos,
resulta que estamos más desinformados que jamás antes en la historia.
Y es que sin reglas o protocolos, las redes sociales terminan siendo un enorme
perol en donde por igual se cocinan las versiones reales con las ficticias, las
noticias de hace un año que las de hoy; y todo el mundo opina en función de un
post que leyó y que, tristemente, no se dio tiempo para corroborar si es verdadero.
Con enormes esfuerzos las autoridades de ciudades y países medianamente logran
controlar el número de casos infectados por el Covid-19 en sus regiones, aunque
nunca falta quien cuestione y esparza el rumor de que las estadísticas son
“rasuradas” y que se busca minimizar el impacto “para no alarmar a la
población”, y aquí yo me pregunto: ¿alarmar más?
La comunicación debería ser la principal herramienta contra todos los males que
hoy padecemos, pero una comunicación ejercida con responsabilidad y valores, no
lo que hoy padecemos.
Luego de un repaso a las redes sociales terminas absolutamente confundido y no
sabes si vas o vienes, si te detienes o arrancas, si permaneces en casa o debes
salir a la calle, si creer o no en las medidas que se están tomando y toda esta
receta termina, invariablemente, en un estado de ánimo: miedo.
Hay quienes optan por no ver noticias y dejar de seguir las redes sociales
tratando de no contaminarse, pero esa no es la solución; el aislamiento no es
una vacuna ni resuelve los problemas. Hay otros que, por el contrario, consumen
todo cuanto tienen enfrente y se saturan de datos, cifras, hechos, nombres,
versiones, por lo que al final lo saben todo, pero en realidad no saben nada.
Lo ideal es, como en casi todas las cosas del mundo, la justa medianía, el
informarte pero tratando de corroborar o contrastar con varias fuentes; el
buscar separar la paja de lo que realmente se requiere conocer y dudar, dudar
siempre, dudar mucho, de todo y de todos, porque es sumamente sencillo caer en
las fake-news.
Ojalá que esta pandemia nos ayudase a poner un poco más de orden en nuestra
alocada vida y esta cuarentena nos haga abrir los ojos y redescubrir muchas
cosas bellas que antes teníamos y perdimos en la modernidad.
ftijerin@rtvnews.com