Por Félix Cortés Camarillo
El presidente López nos obsequió ayer por la mañana con el anuncio de que muy pronto daría a conocer una canción que estaba componiendo una amiga suya con un título parecido a «Esto se acabará pronto». Minutos más tarde un colaborador de Ciro Gómez Leyva presentó una canción gringa con el mismo título. Los malillas andan diciendo que la autora de la canción es la esposa del presidente, la señora Beatriz Gutiérrez Müller, pero ya sabemos cómo son.
Siendo hoy Viernes Santo, día de recogimiento y asueto tradicional, coronavirus o no, para entretenimiento y meditación del respetable cautivo voy a compartirle un poema que me gusta mucho. Se atribuye al uruguayo Benedetti, pero eso –como los adeudos fiscales de los quince ladrones– está en litigio porque hay quienes juran que lo escribió un actor cubano de Miami que se llama Alexis Valdés.
Haiga sido como haiga sido, el poema me gusta y viene al caso. Además eso de fusilarse textos de otro ya tiene bendición presidencial: el presidente López lo hace con frecuencia. Sale y vale:
Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
Y seamos sobrevivientes
De un naufragio colectivo
Con el corazón lloroso
Y el destino bendecido
Nos sentiremos dichosos
Tan solo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
Al primer desconocido
Y alabaremos la suerte
De conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
Todo aquello que perdimos
Y de una vez aprenderemos
Todo lo que no aprendimos
Ya no tendremos envidia
Pues todos habrán sufrido
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos.
Entenderemos lo frágil
Que significa estar vivos
Sudaremos empatía
Por quien está y se ha ido.
Extrañaremos al viejo
Que pedía un peso en el mercado
Que no supimos su nombre
Y siempre estuvo a tu lado
Y quizás el viejo pobre
Era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
Porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida
La vida que hemos ganado.
Cuando la tormenta pase
Te pido Dios, apenado,
Que nos devuelvas mejores
Como nos habías soñado.