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Por Félix Cortés Camarillo

Mato de hambre al amor

para que devore lo que encuentre…

Octavio Paz, Águila o Sol

            Cuando hace algunos años nos enteramos que el creador y líder del movimiento que se llama Morena seleccionaba los nombres de sus candidatos a puestos de elección popular mediante el muy favorecido procedimiento de la tómbola, nos dio mucha risa. Nunca pensamos que el hoy presidente López estaba hablando en serio.

            Hoy nos enteran que el Consejo de Salubridad General está fraguando una Guía de Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, cuyo punto troncal reside en a quién se dedican los recursos médicos que se encuentran a la mano cuando hay crisis fatal, y hay que decidir entre un paciente y otro en situación final.

            Para decirlo en palabras sencillas, si dos pacientes agonizando del mismo mal y hay un solo medicamento para salvar a uno, ¿a quién salvar y a quien dejar morir? El dilema, para los involucrados en el ejercicio de la medicina, no es desconocido y debe haber sacado de quicio a muchos médicos. Lo que ha puesto en un aprieto a la autoridad mexicana de salud es primero la frase que sigue: en esa circunstancia se debe priorizar al paciente más joven ante el de la tercera edad. Por si esto fuera poco, en igualdad de circunstancias, la decisión será tomada al azar. En un volado, pues: águila o sol.

            Una cosa es repartir becas jugosas de alcaldes o legisladores por la lotería aleatoria y otra muy distinta hacer depender la vida de un ser humano del vuelo de una moneda. Eso sólo puede pasar en las canciones o películas mexicanas de Pedro Infante.

            El doctor José Ignacio Santos Preciado, secretario del Consejo de Salubridad General dijo ayer que la infame frase de decidir la vida o muerte de un paciente en un volado se encontraba en un primer borrador del documento de bioética que sigue en discusión, y que el dilema ético de referencia es uno que se repite diariamente en todo el mundo.

            Es posible. Lo cierto es que la tradición cultural nos ha enseñado que un tal Hipócrates en la vieja Grecia instituyó un juramento de ético compromiso para salvar la vida de todo paciente que les caiga en mano. Lo demás son mamadas.

PREGUNTA PARA LA MAÑANERA, porque no puedo entrar sin tapabocas.- Señor Presidente, con todo respeto: ¿Piensa usted realmente que a los mexicanos nos interesa más si usted se queda o se va de su oficina que si nos vamos a morir de infección viral o de hambre por la quiebra económica que ya empezó?

felixcortescama@gmail.com

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// Félix Cortés Camarillo

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Autor: Félix Cortés Camarillo
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