La directiva emitida por la administración de Trump exige a Chevron detener operaciones antes del 1 de diciembre en el país sudamericano, con el cual mantiene relaciones desde hace un siglo.
Chevron es la úlltima productora petrolera de Estados Unidos que se mantiene en Venezuela y había recibido licencias del Departamento del Tesoro para tener actividad con la compañía nacional PDVSA, sancionada por Trump.
El cese afectará más a Venezuela que a la compañía, pues podría propiciar un colapso en la industria petrolera del país, que genera recursos a partir de sus vastas reservas.
Las sanciones que Estados Unidos ha impuesto sobre esa nación, sumadas a mala gestión en la energía y crisis políticas han llevado a un colapso en la actividad financiera.
La empresa estadounidense comenzó a operar en Venezuela en 1921 y da empleo a 8 mil personas, con 5 proyectos en tierra y altamar.»Nuestro legado en Venezuela se remonta a la década de 1920 y desde entonces, nos enorgullece ser parte de las comunidades locales, contribuyendo a su desarrollo económico y social»Ray Fohr. Portavoz de Chevron
