Por: Obed Campos
Acá por mi casa, al sur de la ciudad de Monterrey, hay un Walmart con un gran, gran estacionamiento, en el cual, aparte de un banco y una concesionaria de autos, hay unas grandes oficinas que antes eran del Seguro Popular, (por alguna razón manejadas por el estado) y ahora las tomaron y reacondicionaron para que sirvan de cuartel en la lucha contra el Covid-19, o coronavirus.
Pues en el estacionamiento de ese lugar, muy amplio, como les platico, hace día estaba parada una patrulla de Seguridad Pública del Estado.
Los dos oficiales a bordo, con los vidrios arriba y el clima del auto encendido (si la gasolina no la pagan ellos ¿entonces?) y consultando las pantallas los dos de sus celulares, bien frescos ellos.
Esto que le platico ocurrió en días de la semana pasada, a la sazón de que varios policías de varias corporaciones han sido detenidos por el uso de celulares en sus horas de trabajo, lo cual es un delito aquí en Nuevo León.
¿Por qué es un delito? Ah, porque en los tiempos negros de hace algunos años, cuando toda la policía estaba infiltrada, los uniformados y los detectives recibían las órdenes de trabajo de sus verdaderos patrones, los mafiosos, a través de sus celulares.
Pereo no nada más en Nuevo León, sino que a nivel nacional, trabajar en la policía, –cualquiera que sea el ámbito, local, estatal o federal– es dormir con el enemigo.
Pero le decía que acá en Nuevo León, de unos días a la fecha, se acordaron que los policías (uniformados y no) tienen prohibido el uso de sus celulares en horas de trabajo.
Creo que ya van siete elementos consignados en las última semanas por esa falta, y, aunque parece que la ley es muy dura, yo le apuesto que el grado de infiltración de “la maña” (como amablemente se autonombran los bandidos organizados) sigue siendo mayúsculo.
Mientras tanto, a los policías que cuidan las instalaciones contra el Covid-19 en el estacionamiento de Walmart, eso, parece que no les interesa mucho.
APOYO EN LA ADVERSIDAD
El gobierno municipal de Monterrey que encabeza Adrián de la Garza Santos, anunció ayer que destinará una bolsa de 45 millones de pesos de recursos propios, para el programa “Proregio Empresarial”, y apoyar así con tres mil pesos durante dos meses a trabajadores de unas cinco mil empresas regiomontanas, abandonadas a su suerte durante la embestida económica que se viene tras la pandemia.
No está de más destacar que la administración de De la Garza Santos es la única entidad pública a nivel nacional que destinará recursos propios a ese respecto, con la idea de apoyar a unas cinco mil empresas regiomontanas y a sus trabajadores durante los próximos dos meses y tratar de mitigar así el golpe económico tras las pandemia.