Los hospitales de Baja California están prácticamente rebasados por la demanda de atención de personas con síntomas de Covid-19, al tiempo que los casos positivos se multiplican. Este miércoles se alcanzó un nuevo máximo con 123 casos nuevos confirmados y 37 muertes en un solo día, reportó la Secretaría de Salud estatal.
Hasta el 22 de abril se contaron 975 casos positivos en el estado. Tijuana encabeza la lista con 557 (57%), le siguen Mexicali, con 364; Ensenada, con 14; Tecate, con 26; Playas de Rosarito, con 11, y tres en San Quintín-Vicente Guerrero. En defunciones, el total hasta ayer era de 133, de las que 86 (65%) se registraron también en Tijuana.
Esta ciudad que hace frontera con San Diego, California, es considerada el epicentro de contagios en el país. Hay dos hospitales reconvertidos que solamente atienden a pacientes con Covid19 —el Núm. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Hospital General—, y un tercero —el Núm. 20 también del IMSS— considerado como híbrido porque recibe pacientes generales y coronavirus. Los dos centros médicos del IMSS tienen 161 camas en total para la atención de Covid19, de las que 25 quedan libres.
En el hospital público hay 263 espacios de los cuales quedan disponibles 150. Es decir, hay 175 lugares para recibir a los pacientes más graves en la ciudad que tiene la tasa más alta de contagios en el México, según el más reciente reporte de la Secretaría de Salud en el Estado. Enfermos a las puertas.
Familias enteras se plantan a las entradas, de los hospitales, algunos esperan saber de sus pacientes, pero otros, de rostro arrugado y ojos húmedos, llegan bajo la súplica de que les permitan cruzar los filtros de seguridad para ser atendidos. Juan pasó seis horas al pie del hospital 20 del IMSS en Tijuana. Fiebre, dolor en el cuerpo y una tos que no le deba tregua fueron los síntomas que lo llevaron a la fila de espera. A su lado algunas personas esperaban con tapabocas y guantes, pero otras sólo tenían el miedo en la cara.
Cuando al fin llegó su turno un doctor, a unos cuatro metros de distancia, lo atendió. En un vaivén de preguntas y respuestas, el hombre de bata blanca le apuntó con un pequeño laser que le que Juan tenía fiebre mayor a 39 grados. Pese a todo, no fue internado. Lo enviaron a su casa con una receta de paracetamol. Ahora su esposa y cuñada empiezan con malestar. Las cosas no son diferentes en otros sitios. El Hospital Regional Núm. 1 del IMSS, el de mayor capacidad hospitalaria, encuentra en su explanada y en la entrada de urgencias a decenas de personas que esperan ser atendidas.
