Por Obed Campos
En estos tiempos de pandemia si los mexicanos estuviéramos jugando Maratón, el juego de cultura general, iría ganando “la ignorancia”, el jugador invisible del juego de mesa que salía triunfante cuando ninguno de los otros jugadores se sabía la respuesta.
Amargamente en Otzolotepec, en el Estado de México (a poco más de 20 kilómetros de Toluca), como si fuera un juego de Maratón, se impuso la ignorancia y ganó la rumorología y no la razón.
El rumor de que “el gobierno va a mandar unos helicópteros a regar el virus”, hizo que pobladores se rebelaran, golpearan a un policía y destruyeran dos patrullas y todo porque la autoridad iba a comenzar con trabajos de sanitización, como se hace en todas las ciudades y poblados de México, como medida ante el coronavirus.
Yo nos sé si hubo detenidos, pero lo que debería de haber es una investigación a fondo en redes sociales para dar con los sediciosos.
Y como madres, solo hay una, pero ignorantes hay muchos, acá en Monterrey se dio otro tipo de ignorancia, digamos que ilustrada, porque los restaurantes lucieron ayer abarrotados para celebrar el 10 de mayo.
A buena parte de la población le valió una pura y dos con sal la sana distancia, tan recomendada y que nada más falta que nos la reciten en inglés.
Los resultados los vamos a ver allá por el 15 de mayo, cuando se manifiesten (ojalá y me equivoque) los casos que se contrajeron ayer.
Y como decimos en el rancho, pa´l baile vamos.
