Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad.” // Montesquieu
De verdad lo lamento,
pero no puedo compartir algunos puntos de vista y afirmaciones que he leído y escuchado
en los últimos días en relación con el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón y
su manejo de la crisis por el coronavirus, específicamente en lo que se refiere
a las restricciones del transporte urbano.
No pretendo defenderlo, sino simplemente dejar en claro que me parece que es
blanco de injustificados ataques.
Los resultados de la gestión de la actual administración estatal están ahí y se
pueden comparar con los del resto del país. Pretender borrar de golpe los
logros, avances y la contención del virus culpándole de un incremento en el
número de casos por restringir los horarios de servicio del transporte público,
me parece un insulto a la inteligencia de los nuevoleoneses.
La medida fue una operación de emergencia que buscaba reducir el número de
personas en las calles y en ese sentido funcionó. La recomendación era lógica
porque partía de la base de que había muchos menos trabajadores acudiendo a sus
empleos (¿sólo estaban funcionando los esenciales o fue mentira?) y la decisión
de los prestadores de reducir el número de unidades puede haber sido errónea,
pero también tenía sentido.
Como en toda operación extraordinaria hubo fallas que se fueron resolviendo
sobre la marcha, se ampliaron los horarios y se incrementó el número de
unidades; es cierto, no es lo ideal para guardar la sana distancia, pero ahí el
problema no es otro que un deficiente sistema de transporte en su conjunto.
Las aglomeraciones se daban en la hora pico de la mañana, pero no era posible
que hubiese más usuarios de los normales, sino al contrario, muchísimos menos.
De todas formas se llevó un control y se tomaron estadísticas del número de
pasajeros para poner remedios y solucionar problemas.
¿Fue en realidad esa decisión determinante en el incremento del número de casos
de infectados? ¿O fue tal vez producto precisamente de lo que se pretendía
combatir y el operativo impidió que el número de contagiados fuese mayor? La
medida se dictó el 25 de abril, pero la detección de los contagios en un asilo
en Guadalupe fue el 8 de mayo, ¿hay correlación?
Visto como se vea, me parece injusto, incorrecto e inmoral el pretender borrar
de un plumazo los buenos resultados que se han dado en esta crisis.
Conozco no de ahora, sino de hace muchos años, a Hernán Villarreal, sé de sus
capacidades y conocimiento en el tema del transporte, pero me parece que culpar
exclusivamente a una de muchísimas medidas de ser la causante de un pico del
contagio es demasiado atrevido. El problema es multifactorial y así debemos
enfocarlo.
Sin embargo la declaración de Hernán ha servido para que los malquerientes del
Bronco enderecen sus obuses tratando de minimizar un manejo ejemplar a nivel
nacional el cual es su responsabilidad, es cierto, pero del que por lo menos
deberíamos estar agradecidos.
Lo lamento, en verdad lo digo, pero me revientan las injusticias y aquí me
parece que se está cometiendo una de enormes proporciones.
ftijerin@rtvnews.com