Por Félix Cortés Camarillo
El presidente López alimenta diariamente con sus frases lo que el señor Prieto –Nikito Nipongo– calificaría como perlas japonesas. Ayer me enteré -porque en chinga me soplo todas sus conferencias matutinas- de que “hay muchas mentiras falsas”. El que difiera, que consulte lo consultable.
Una de las frases predilectas de quien ahora en las malditas redes sociales se menciona como YSQ, es que detesta hacer comparaciones. No se vale, es cierto, comparar el salario de un campesino colimense con uno de Calabasas, en California. Tampoco es correcto comparar nuestra pobreza con la de los de los de Erfurt, Alemana. Hasta en la pobreza hay clases. Pero de repente sirve.
Ayer , cantando bajo la lluvia, como si fuera un Gene Kelly cualquiera, en su perorata matutina me enteré, de su propia boca, que en el medallero olímpico de las defunciones por el Covid 9, no somos primer lugar, sino andamos por la medalla de antimonio. Claro, los Estados Unidos tiene más muertos que México por la pandemia, si se mide por la población y la proporción de muertos. Por eso, nos chingamos a Ecuador, que con menos población ha superado nuestro índice de letalidad. Desde luego, como dijo el propio presidente, para un deudo un muerto es un muerto, no un número en la estadística.
Pero hay muchas mentiras falsas. ¿Que en Rusia ya no se muere nadie, que en Brasil no tengan cajas para muertos, que África está esperando el arribo del virus?. No estamos en el medallero de la muerte.
El señor que repetidamente ha rechazado hacer comparaciones con otros ha determinado, por la magia de las estadísticas, que no valen nada, que en comparación de otros países estamos a toda madre.
Hay muchas mentiras falsas, señor presidente.
Deje de decirlas.
PREGUNTA PARA LA MAÑANERA, porque no puedo entrar sin tapabocas: Señor Presidente, con todo respeto:¿Quién le diseña sus guayaberas obviamente obligatorias para el séquito de gira del sureste? Es que están bien chidas. Me gustaría comprar un par.