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Por Félix Cortés Camarillo

Me dijeron que en el reino del revés

Nadie baila con los pies.

Que un ladrón es vigilante y otro es juez

Y que dos y dos son tres…

María Elena Walsh,  El Reino del Revés

Inevitablemente iniciamos la semana con una mezcla de profundos temores y amplias dudas; los pronósticos del gurú de la epidemiología mexicana, el doctor López-Gattel son confesadamente más matemáticos que médicos y lo único que les sigue sustentando es el apoyo del presidente López. Para él, expresamente, el virtual secretario de Salud, a punto de entrar a un cómodo retiro que le da la Organización Mundial de la Salud, es una eminencia internacional. Además, cito, “no está solo” como dijo Andrés Manuel haciéndonos recordar el mensaje público de Peña Nieto a su secretaria consentida de Desarrollo Social, Rosario Robles, en abril de 2013: “Rosario, no te preocupes”. Hoy, Rosario está presa.

Las veleidosas estadísticas de López-Gattel, rodeados de un “hubiera” que sirve para todos los males, ha traído la atención de los mexicanos de fecha en fecha para el pico más alto de las infecciones y de miles a miles de fallecimientos en una fecha dada.

De lo que aparentemente podemos estar ciertos es que esta semana precisamente será la que registre el mayor número de contagios por el Covid 19 y la más intensa mortandad.

Pues precisamente hoy lunes la mitad del país pasa del semáforo en rojo al anaranjado, como si creyésemos la patraña de que la pandemia ha sido domada en nuestro país y que la curva estadística que registra los contagios, se ha “achatado”. Pero estamos en el reino del revés.

A partir de hoy lunes se abre una poción importante del comercio y algunos servicios de alimentación en público observando ciertos requisitos; la sana distancia, los cubrebocas, el gel alcoholizado, la solución bactericida para las suelas de los zapatos, por ejemplo. No se abren los cines ni los teatros, en cuyas salas es mucho muy sencillo garantizar el sano alejamiento de los asistentes anulando los asientes vecinos que se necesiten. Pero en la ciudad capital sí se abre plenamente el servicio del metro, en cuyos vagones y casi a todas horas el hacinamiento y el roce corporal y facial alcanza dimensiones obscenas y casi pornográficas. Es el reino del revés.

Es el reino del revés. El gobierno cubano le cobra al de México diez mil dólares mensuales por unos 160 trabajadores de salud que llegaron supuestamente a ayudarnos a sofocar al virus. Los mexicanos ganan, si les va bien, la décima parte de esas cifra. Los cubanos no son especialistas y no cubren ni la mitad de los profesionales mexicanos, que tampoco tienen alojamiento como los isleños. El gobierno federal, la secretaria de Gobernación explícitamente, insiste en declarar que las disposiciones del centro son únicas y válidas en todo el territorio nacional. Los gobernadores deciden hacer valer su soberanía supuesta y abrirán los negocios y servicios que consideren útiles, precisamente cuando esperamos la peor crisis de contagios. El presidente López se resiste a entrar en conflicto con los gobiernos estatales y espera que ellos solos “entren en razón”.

El que no entra en razón es el propio presidente. Mientas su campaña en los medios envía permanentemente la advertencia de que todos los mexicanos debemos mantenernos en nuestros domicilios, no salir de casa si no es indispensable, cubrirse ojos, nariz y boca para evitar los contagios y mantener una distancia mínima de metro y medio incluso de nuestros familiares, el presidente ha retomado sus giras de campaña electoral por toda la república y nunca se le ha visto con un tapabocas. Es el reino del revés y ese es el ejemplo que el líder nacional está dando a sus compatriotas y gobernados, el mensaje de la indisciplina de los machos, de los protegidos por el Espíritu Santo y del que sabe que su palabra es la ley.

PREGUNTA PARA LA MAÑANERA, porque no puedo entrar sin tapabocas.: Señor Presidente, con todo respeto: Muy pronto vamos a llegar, no cabe duda, a los veinte mil muertos por la pandemia. ¿No le parece que son demasiados mexicanos que mintieron, traicionaron y robaron? Porque según Usted, por eso les da el Covid 19 a los que les da.

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Vía / Autor:

Félix Cortés Camarillo

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Autor: stafflostubos
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