Por Obed Campos
¿Qué celebran..?
En el municipio de Guadalupe, Nuevo León, se reveló hace días una verdad absoluta acerca de la naturaleza humana: los seres humanos somos suicidas, pero indestructibles.
Si no es así, que alguien me explique las siguientes cifras:
Autoridades del citado municipio informaron que de abril a la fecha van impuestas más de 560 amonestaciones a vecinos ruidosos, es decir, a vecinos que extienden la parranda y ponen la música todo vuelo.
El municipio ha tenido que destinar un cuerpo de inspectores, que si hubiera conciencia estarían haciendo otras labores a través del Operativo de Concientización, los cuales dependen de la Secretaría de Prevención Social y de la de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
La alcaldesa Cristina Díaz informó que del total de llamados de atención aplicados, 41 personas fueron citadas ante un Juez de Justicia Cívica, el cual les fijó a 40 el pago de una multa de entre los 3 mil 400 y 5 mil 300 pesos.
Pero uno de los interfectos, bien machín él, uno aceptó pagar con dinero y eligió 36 horas de arresto.
La alcaldesa Díaz aclaró que la supervisión es realizada tras recibir las quejas al teléfono 911, y que los equipos de inspección cuentan con sonómetro, para medir los desniveles del ruido y cámaras de solapa, donde queda grabada la acción.
En caso de reincidencia, se gira un citatorio para que el o la interfecta se presente a una audiencia en el Juzgado de Justicia Cívica, donde se valora el caso y la sanción correspondiente.
El Reglamento del Sistema de Justicia Cívica Municipal de Guadalupe es muy claro y establece sanciones a las emisiones de ruido con una intensidad mayor a los 55 decibeles en horario de 6:00 a 21:59 y a los 50 decibeles en horarios de 22:00 a las 5:59 del día siguiente.
“Por semana recibimos al 911 un promedio de 310 llamadas por este rubro, lo que buscamos es atender esta problemática para las familias que padecen el ruido alto cada fin de semana, disminuir las riñas o conflictos, y eficientizar la labor de la policía en las horas que se emplean para atender los reportes” dijo Diego González, secretario de Prevención Social de Guadalupe.
Y como digo, se distraen 80 elementos que bien podrían estar trabajando en otras tareas, para ponerle un freno a los ruidosos.
Los inspectores señalan que pese a la emergencia sanitaria y a la campaña de guardar distancia y guarecerse en los domicilios, por aquello del Covid-19, han interrumpido fiestas con más de 50 invitados en domicilios particulares.
Esto comprueba que los seres humanos no nos hemos extinguido, nada más porque somos una plaga resistente.
