Por Obed Campos
Los regiomontanos somos así: no solamente prósperos, sino queremos que se nos vea.
¿Cuántos padres han mandado por su cuenta pintar la Catedral para la boda de la hijita?
Por eso no nos extraña la actitud, francamente suicida, de realizar bodas masivas en medio de la pandemia.
¿Qué este fin de semana hubo una? Pequeñita, solamente 200 personas, pero eso sí, con la crema y nata de la industria y la política.
¿Qué no leen las páginas de sociales de los diarios de Monterrey, donde se consignan esa clase de eventos?
¿Pero ya se nos olvidó quien comenzó esta moda trasgresora? ¿No fue el senador Samuel García quien puso la muestra con boda en Catedral?
Eso sí, muy correcto él, Miguel Treviño de Hoyos, el alcalde de San Pedro solamente denuncia bodas que ya pasaron… pero no advierte qué va a hacer para imponer su autoridad.
Porque en San Pedro, como en todo México, billete mata carita.
ERAMOS MUCHOS…
Por si la preocupación del Covid-19 y los inconscientes no fueran tanto, como para preocuparnos, el dengue y la influenza acechan a la vuelta de la esquina.
Algunos dicen que para septiembre, otros, que depende de la cantidad de lluvias que nos caigan.
Y es que como dicen en el rancho, “éramos muchos y parió la abuela”.