Por Eloy Garza González
En siete reuniones de alto nivel, los dueños de los dineros en Nuevo León habían perfilado a su próximo candidato a gobernador. No era la diputada federal Tatiana Clouthier, ni el senador Samuel García, ni mucho menos Victor Fuentes. Era una jubilado, un viejo muy popular, un verdadero guerrero en descanso, un campeón en la banca. Un grande.
Lo conocen más por su apodo que por su nombre real. Se llama Alejandro Rodríguez. Le dicen “El Inge” y tiene un corazón a prueba de cardiólogo. Don Alejandro dejó la Presidencia de Tigres en 2018, tras ocho años de liderazgo invencible. Si mi memoria no me falla, logró cuatro títulos de Liga, un titulo de Copa, un título de la Femenil y dos Campeón de Campeones. El Inge fue el Presidente más ganador en toda la historia de Tigres, También el directivo más exitoso del futbol regiomontano.
La próxima estrella del Inge Alejandro Rodríguez no se la daría al escudo de Tigres; se la daría al escudo de Nuevo León. Encauzaría no solo a la mejor afición de México. Ahora, dirigiría el entusiasmo popular para cumplir más grandes metas. Por el PAN o por el PRI o en alianza de partidos, como fuera.
El inge era el único de los aspirantes con múltiples contactos y gestión de dineros para hacer obra pública, pasos a desnivel, mejores policías que actuaran como un equipo, hospitales equipados para atender enfermos, y combatir la pandemia del Covid-19. Y sobre todo, espacios deportivos.
Pero en Cemex tuvieron otros planes. Cemex recibió en comodato a Los Tigres, con todo y estadio. Por eso, aunque los conocemos como Tigres de la UANL, en realidad son los Tigres de Cemex. Porque la Universidad ya no cuenta con la representación formal ni legal del equipo. Sólo es un membrete.
Cuando apenas comenzaba a sonar fuerte el nombre de Alejandro Rodríguez como aspirante a gobernador, los dueños de los dineros dieron reversa. Sinergia Deportiva, empresa que administra al equipo Tigres y que es el brazo ejecutor de Cemex, tomó una decisión que pulverizó el sueño de mucha gente. Regresó al timón al Inge; lo reinstaló en la Presidencia del equipo. Así se acabó con la legítima expectativa de un candidato ganador.
Me advierten altos directivos de Cemex que sólo entra Alejandro Rodríguez de bombero por seis meses mientras llega el bueno. Y que esa jugada le sirve al Inge para mantenerse vigente en el ánimo popular. Pero en seis meses ya estarán perfilados los candidatos a gobernador. Y don Alejandro ya no tendrá nada qué hacer en la política.
¿Quienes están detrás de la decisión de sacar del juego al Inge? Un capitán de empresa, metido ahora a negociador grillo, operó en los más altos niveles para meterle una zancadilla a Alejandro Rodríguez. ¿Por qué le cometió esta falta al delantero estrella de los aspirantes a Nuevo León? En el próximo artículo se los contaré.