El Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor los primeros minutos de este 1 de julio, en sustitución del ahora extinto Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y con el objetivo de consolidar a México en las cadenas de producción y como un centro de exportación «de vanguardia».
En un comunicado, la Secretaría de Economía (SE) informó que la implementación del acuerdo es recompensa del esfuerzo de México para la negociación de diversos puntos, donde si bien se exhibieron posturas distintas entre los países, al final se priorizó un marco institucional que ofrece certidumbre al empresario, al inversionista y al consumidor.
El gobierno mexicano insistió en la velocidad del proceso de integración entre México, EU y Canadá; así como el fortalecimiento e impulso que el T-MEC supondrá para las cadenas de suministro. «El gobierno del presidente López Obrador tiene el firme propósito de consolidar este tratado como una palanca de desarrollo de nuestro país y como una herramienta que contribuya a la recuperación (…) por el Covid-19″Secretaría de Economía. Comunicado.
El contenido del T-MEC
En cuanto al contenido del acuerdo, el gobierno federal destacó: el acceso preferencial de para las exportaciones mexicanas, la modernización de los esquemas de verificación, la agilización de los movimientos y despacho de mercancías en aduanas; y el fortalecimiento de la propiedad intelectual.
En lo referente a la propiedad intelectual, el T-MEC contempla medidas en temas como: derechos de autor, marcas, indicaciones geográficas, patentes, protección de datos no divulgados, diseños industriales y limitación de responsabilidad de servicios proveedores de internet.
En la conferencia mañanera del presidente AMLO, la titular de la SE, Graciela Márquez, destacó las mejoras regulatorias del acuerdo, el respaldo a las PyMes, las medidas anticorrupción y, en general, una mejora en el flujo comercial entre los países socios.
