Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Nadie pierde al escuchar, lo que dice un buen refrán.” // Yomero
Siempre
he sostenido que los refranes son pequeñas lecciones de cultura
popular y que casi para cualquier situación existe uno que encaje a
la perfección.
Así, el fin de semana caí en la cuenta
de que podía aplicar dos de ellos a una misma persona y por un mismo
motivo.
Si bien es cierto existe aquel de “piensa mal y
acertarás”, la verdad es que aplica para todos y para todo.
Una
opinadora profesional, de esas que permanentemente critican al
gobierno por todo, despotricaba contra las autoridades del estado
porque decían que se requería de más dinero para luchar contra el
coronavirus, dando a entender casi abiertamente que la plaga se había
convertido en un negocio para algunos funcionarios.
Ella
aplicaba el principio de “piensa mal y acertarás”, pero de la
misma manera el refrán se le pudiese aplicar a ella, porque acusar
sin pruebas y sin la presunción de inocencia, es un acto criminal.
No es lo mismo suponer que afirmar y aquí se hace necesario recordar
aquello de “en el pedir está el dar”, porque una cosa es
solicitar que se investigue algún hecho con base a datos y hechos y
otra nomás de “mil pulgas pintas”.
En redes sociales
me enfrasqué en una discusión con la mujer (sabiendo perfectamente
que en ese terreno es imposible ganar), pero como ella escribió
“¿ustedes qué opinan?” pues comenté que antes de lanzar dardos
envenenados habría que ponderar la situación y que lo que hoy por
hoy era prioritario era luchar contra el mal, ya después habría
tiempo para hacer indagatorias, investigaciones y cazar culpables en
caso de malos manejos, pero no antes.
Caí entonces en
cuenta de que efectivamente, la mujer cabía en el dicho de “piensa
mal y acertarás”, porque también podríamos decir que “el león
(o la leona) cree que todos son de su condición”.
Sin
ser refrán, evoco la figura del maestro Renato Leduc, para decir una
frase de su poema tiempo que se hizo canción y fue todo un éxito,
pero que bien puede ser un refrán: “Sabia virtud, de conocer el
tiempo”.
Y para la quejumbrosa dama: “Ni tanto que
queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”.
ftijerin@rtvnews.com