El medio británico The Telegraph, dio a conocer que en la primera fase de ensayos de la vacuna contra el Covid-19 que desarrolla la Universidad de Oxford, ha generado en los pacientes que participan en dichas pruebas, una “doble inmunidad” en contra de la enfermedad.
De acuerdo con lo informado por el medio, los resultados de la primera etapa de testeos se publicarán el próximo 20 de julio, sin embargo se sabe que las muestras se sangre extraídas a los voluntarios, muestran que las dosis han producido tanto anticuerpos como linfocitos T citotóxicos, los cuales atacan y neutralizan células infectadas.
La información añade que los científicos que trabajan en el desarrollo del medicamento, refieren que la producción del tipo de linfocitos señalados, a diferencia de los anticuerpos que distintos estudios sugirieron pueden desaparecer después de algunos meses, la respuesta inmune observada puede permanecer en circulación durante años.
Ante los primeros resultados alentadores, en especial sobre la producción de estos linfocitos a estos niveles, indicaron, no sería necesaria una producción masiva de anticuerpos para generar inmunidad a la enfermedad.
Dicho aspecto adquiere una relevancia especial, pues se debe considerar que en estudios recientes se ha observado que porcentajes relevantes de personas que han cursado la enfermedad, perdieron sus anticuerpos unos cuantos meses después.
Por otro lado, los resultados de los primeros testeos refieren que la vacuna que lleva por nombre ChAdOx1 nCoV-19, es segura debido a que no produce mayores efectos secundarios en los pacientes.
Pese a lo anterior, quienes trabajan en el desarrollo del fármaco, hicieron un llamado a tomarlo todo con cautela, pues aun cuando los resultados son “prometedores”, destacan que no prueban que la vacuna genera una inmunidad duradera contra el coronavirus.
“Es un momento importante, pero todavía hay un largo camino por delante”
La fase 1 del proyecto que la universidad lleva a cabo con la compañía británico-sueca AstraZeneca, se realiza en la misma ciudad inglesa de Oxford.
En caso de que los buenos resultados continúen, se prevé que para el mes de octubre se tenga lista la vacuna.