En el año 2000, David Arquette comenzó a competir en la WCW como una maniobra publicitaria para promocionar la película ‘Ready to Rumble‘ e incluso llegó a ganar -tal y como había pactado de antemano con la organización- el título en el Campeonato Mundial Peso Pesado a pesar de que él no se consideraba digno del cinturón.
Por aquel entonces, la industria cinematográfica se sorprendió de que un actor que se estaba acercando al momento álgido de su trayectoria en Hollywood tomara una decisión así, por mucho que le persiguiera una reputación de excéntrico y poco convencional.
Su entonces esposa Courteney Cox tampoco comprendió los motivos que le llevaron a zambullirse en un deporte tan violento, por mucho que le apasionara, sabiendo que podría costarle su carrera en Hollywood.
«Yo todavía estaba en ‘Friends’, todo nos iba muy bien en el terreno profesional, y de pronto él se puso a pelear. Recuerdo que me sentí muy avergonzada porque además no hubo nada discreto en la forma en que empezó a hacerlo», ha admitido su famosa exmujer en declaraciones al periódico The Guardian.
Tal y como ella se temía, sus esfuerzos por ganarse el respeto de los fans de la lucha le hicieron perder el de la gran mayoría de sus compañeros de profesión. Por su parte, Arquette considera que su propensión a ponerse en situaciones en que acabaría «haciendo el ridículo» era solo una excusa para seguir «castigándose» a sí mismo.
«Es lo mismo que participar en un combate de ‘Death Match'», ha afirmado refiriéndose a la modalidad que se caracteriza por su violencia al no aplicarse las reglas que imperan en otros estilos y en la que él participó en 2018 para acabar recibiendo una brutal paliza y un corte en el cuello. «¿Por qué hacerlo? Bueno, es una manera de atontarte con el dolor», ha señalado.
La antigua pareja, que tiene una hija en común de 16 años, acabó separándose en 2010 y, tras finalizar un complicado proceso de divorcio tres años más tarde, han conseguido superar sus diferencias para ejercer juntos como padres. Próximamente volverán a trabajar juntos en la quinta entrega de la franquicia ‘Scream’, donde se conocieron y se enamoraron, pero ninguno de los dos prevé que vaya a suponer un problema volver a reunirse frente a las cámaras.