Por Jorge Narváez
La pandemia ha hecho muy sensible a la población, y más a los aficionados al futbol. No perdonan ni la salida de un jugador a comer o una celebración en casa. Claro, no es para menos que sean criticados, o al menos llamarles la atención, pero cada situación es distinta y su nivel de riesgo diferente.
En esta semana Eduardo Vargas probó las “mieles” de la afición apanicada por la Covid-19. El jugador de Tigres salió a un restaurante a comer, algo muy esencial, casi un tema de supervivencia. Pero esa acción de trasladarse al exterior hizo enojar a más de uno y fue duramente señalado.
No hay ni existe un apartado donde se mencione que los jugadores de Tigres tengan prohibido salir a realizar una actividad tan básica como ir a comer. Tal parece que los aficionados de Tigres quieren ver a sus jugadores encerrados, como cuando se permitía el espectáculo de animales en los circos, si no hay partido, que se queden en sus “jaulas”.
Si de riesgos hablamos, pues Vargas también podría estar en riesgo al pedir comida a domicilio, porque el repartidor anda trabajando en varios puntos y tiene contacto con muchas personas; si echamos a volar la imaginación y unos gramos de paranoia, podría contagiarse en cualquier zona y llevar el virus hasta el jugador.
Pero una cosa es ir a realizar actividades esenciales como comer, acudir a la despensa, al médico. Otra muy distinta es acudir a reuniones para celebrar un cumpleaños como fue el caso de Diego Reyes, Dorlan Pabón y Hugo González. Que solo el jugador felino estuvo contagiado y que posiblemente pudo contagiar a los porteros principales del equipo.
Ahora vuelve a salir un caso de rebeldía en Chivas. A los jugadores Uriel Antuna y Alexis Vega, ambos inmunes del Covid por haber tenido ya el virus, se les ocurrió la magnífica idea de celebrar el cumpleaños de Antuna con una banda para amenizar el festejo. Lo más “brillante” fue que se grabaron juntos cantando, muy desentonados, por cierto, y no conforme con eso subieron las imágenes a redes sociales.
No hay un diagnóstico científico que asegure que las personas que ya libraron el Covid 19 queden totalmente inmunes, aunque la probabilidad de contagiarse sea muy baja, además, hasta donde se sabe, esa “inmunidad” tiene fecha de caducidad. A la mejor los jugadores no han leído ese dato y por eso tuvieron la ocurrencia de reunirse.
En este caso, son bienvenidas todas las críticas, por rebeldes, por irresponsables o por tontos. Los jugadores aun viendo la situación que pasó en Monterrey, decidieron armar su pachanga y demostrar su rebeldía a la directiva que con justa razón los separó del equipo por tiempo limitado.
“Ambos jugadores no viajarán a Toluca para disputar el partido correspondiente a la J6 del GUARD1ANES 2020 y serán acreedores a una multa económica, de acuerdo a los estatutos del reglamento interno de la institución”, dijo la institución, en donde sí tienen un reglamento que previene castigos a la indisciplina y a la falta de compromiso.
Insisto, hay actividades que pueden esperar, pero otras no. Lo peor que puede pasarle a la temporada es que se presenten rebrotes de la epidemia en los equipos. En España y otros países ya está sucediendo.
Sigo sin entender la capacidad intelectual de los jugadores. Evidentemente quisieron presumir la reunión que tuvieron. Mejor hubiera sido hacer su reunión sin ventilarla, nadie se hubiera dado cuenta y ahora estuvieran concentrados para el partido y en el vestidor presumiendo la cantidad de alcohol que ingirieron y las notas desafinadas que entonaron.
Más que una sanción económica, que para ellos puede significar nada, debería haber castigos ejemplares que los hagan recapacitar antes de tomar una acción que viola los estatutos de los equipos. Además, dejan abierta la posibilidad de causar un desastre que podría dejar incompletos a los cuadros deportivos. Si de por sí, se juega con restricciones; rebrotes generalizados por culpa de jugadores insensatos podrían sabotear la temporada. Por eso se enoja la afición al encontrar a los jugadores fuera de sus “jaulas”.
Fotografía: Redes Sociales