La alimentación siempre ha ido de la mano con el desarrollo y la producción agropecuaria mexicana. Las y los trabajadores del campo son una piedra angular de la sociedad y la economía. Sin ellos, muchas de las cosas que llegan a nuestra mesa serían simplemente distintas. Estos procesos colectivos, que van desde los transportistas hasta las comercializadoras, han enfrentado grandes desafíos derivados de la pandemia por COVID-19.
De acuerdo con el registro del Instituto Mexicano del Seguro Social, se han perdido más de 32 mil empleos en el campo durante la pandemia. La ausencia de recursos en estos sectores ha representado un cambio directo en la forma de producir y distribuir los recursos de la tierra. Las condiciones actuales, afortunadamente, no son algo que se deban afrontar en soledad.
Gracias a la suma de esfuerzos de la industria privada e instituciones gubernamentales, esta situación puede atenderse con el apoyo de todos.
Ejemplo de ello ha sido la alianza realizada por la Industria Mexicana de Coca-Cola, la cual integra prácticas de agricultura sustentable; abonando a mantener más de 100 mil empleos indirectos en el sector.
A su vez, más de 5 millones de pequeños productores se verían beneficiados al fomentarse esta integración mutua, reportó así José Cacho, vicepresidente de Cadenas Productivas del Consejo Nacional Agropecuario
El papel de la Industria Mexicana de Coca-Cola en los productores del campo
En la actualidad, la IMCC invierte más de 18,500 millones de pesos en productos locales, reportado así por el despacho de derecho y economía SAI. Las redes de apoyo, constituidas mayormente por puntos de venta, comercializadoras, transportistas y todo el sector agropecuario, se han visto mayormente beneficiadas gracias a esta integral cadena entre pequeños y grandes productores.
Las cadenas de valor no terminan aquí, siguen necesitando de todos. Para seguir de cerca las acciones y avances de la IMCC busca el hashtag #HagamosEstoJuntos