El exgobernador poblano Mario Marín y Kamel Nacif Borge, empresario conocido como ‘el Rey de la Mezclilla’, podrían quedar en absoluta libertad por el caso del secuestro y tortura de la periodista Lydia Cacho cometido en el año 2005.
La organización Artículo 19 publicó una nota en el diario español El Paísdonde se señala que los dos involucrados promovieron amparos contra las órdenes de aprehensión en su contra y pidieron que se desestime del juicio una llamada entre ambos, la cual conforma la principal prueba de los hechos contra Lydia Cacho.
En dicha llamada, Marín confiesa con total desfachatez que mandó a dar “un coscorrón” a “esta pinche vieja” a petición de Nacif, luego de que Lydia Cacho publicara un libro en el que se señala al empresario como líder de una red de trata de niñas y niños con fines sexuales.
“Eres el héroe de esta película”, responde con sorna Kamel Nacif, primo y sobrino de exgobernadores priistas, quien agrega que le enviará dos botellas de cognac por el favor recibido.
Kamel Nacif y Mario Marín podrían quedar en libertad
Según Artículo 19, la defensa de Mario Marín y Kamel Nacifargumenta que la grabación no proviene de una investigación judicial sino de una intercepción de comunicaciones que fue filtrada a los medios de comunicación, y por ello no deben ser incorporadas en el expediente.
“No está en duda la veracidad del contenido de la llamada, sino la validez para mantener la prueba en el proceso”, resalta la organización, pero agrega que sin este elemento el caso podría caerse muy fácilmente.
El caso Lydia Cacho fue muy sonado a nivel nacional e internacional y puso de manifiesto las relaciones de poder y redes de impunidad tejidas entre empresarios y políticos del Partido Acción Nacional (PRI).
Sin embargo, no fue hasta el año 2019 cuando se libraron órdenes de aprehensión en contra de los dos personales mencionados y Hugo Adolfo Karam Beltrán, quien fuera director de la hoy desaparecida Policía Judicial estatal y organizó el secuestro de Cacho en Quintana Roo y posterior traslado a Puebla.
En 2014, se había ordenado la aprehensión de dos policías judiciales que llevaron a cabo personalmente el secuestro, uno de los cuales permanece prófugo de la justicia, mientras que José Montaño fue condenado por el delito de tortura y este diciembre habrá cumplido su condena.