Por José Jaime Ruiz
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@ruizjosejaime
El PRI inventado por el exgobernador Rodrigo Medina de la Cruz es un PRI, con anticipación, derrotado. El PRI medinista no sabe hacer política, sabe hacer negocios. No se podrá reinventar y le será extremadamente difícil mantenerse en pie. Los medinistas no entienden al Cardenal Mazarino cuando sugiere “evita las rupturas brutales”, creo, incluso, que ni siquiera lo han leído.
Francisco Cienfuegos encabezó una ruptura brutal al interior del PRI, una ruptura que ya no será resarcida. Ahora existe un PRI mínimo, el del los medinistas (en Nuevo León no hay un “medinismo”, hay medinistas) y un PRI excluido que encabezará, aunque formalmente ya no sea priista, Clara Luz Flores Carrales. El PRI medinista se quedó sin voto duro y, probablemente, sin voto.
Los medinistas tienen un problema de origen: ¿cómo revivir la candidatura de Adrián de la Garza cuando, a las primeras de cambio, dieron su cabeza en bandeja azul en la posible coalición con el PAN? Por los agravios de 2018, entregaron al actual alcalde de Monterrey y, entre su baraja, estaban las cartas de César Garza Villarreal e Ildefonso Guajardo. También quemaron esas cartas. César buscará la reelección en Apodaca e Ildefonso, sin una gran alianza, nada tiene que hacer con el disminuido PRI medinista.
No sólo Adrián perdió, también Paco Cienfuegos. La salida de Luis Donaldo Colosio de la contienda interna de Movimiento Ciudadano para buscar la gubernatura es la peor segunda noticia para Rodrigo y Paco. Luis Donaldo competirá por Monterrey y su rival en las urnas no será Cienfuegos sino el PAN a través, probablemente, de Martín López. Bajo la tendencia de un PRI derrotado anticipadamente, los medinistas quedarían, si bien les va, en un lejanísimo tercer lugar en la competencia por la alcaldía de Monterrey.
¿Qué les queda a los medinistas? Sólo el presupuesto de la alcaldía de Monterrey. Ni Apodaca ni Guadalupe jugarán con ellos, Cristina Díaz también defenderá su posición y su reelección. ¿El PRI, el municipio de Juárez y Santiago? Pamplinas. “Evita las rupturas brutales”… la necedad de los iletrados parece infinita.
La Vieja Cúpula y los empresarios… sin candidato
En las negociaciones de esta semana la Vieja Cúpula se despertó decrépita. El dirigente nacional del PRI, Alejandro Alito Moreno, buscó una concertacesión, nada obtuvo. La Vieja Cúpula le extendió un banquete en casa de Armando Garza Sada, todo para llegar al acuerdo de frenar el movimiento morenista del presidente Andrés Manuel López Obrador en Nuevo León.
La ingenuidad política de los industriales la resumió Álvaro Fernández Garza en un tuit: “No entiendo porqué no puede haber una alianza @PRDMexico @PANNLMX y @PRI_Nacional y ver quien más a nivel estado de NL. Que les pasa a los dirigentes? Que esperan para una gran alianza que le gane a Morena? Habría muchos apoyando”.
Sus hermanos, Kana y Mauricio, no le explicaron que ya no dominan al PAN en Nuevo León desde hace muchos años y que ese partido ya no está sujeto a los intereses de los empresarios nativos sino a los intereses de tres grupos que lo lideran. Es una ingenuidad que Zeferino Salgado, Raúl Gracia y Víctor Pérez cedieran a una alianza.
Ahora que les urge “frenar” a Morena, los empresarios nativos siguen con sus aplausos desde la barrera y ni ponen o “pagan” cuota de propuestas. Piden PAN, pero no le dan al partido. Me escribe, socarronamente, un connotado panista: “Hasta que vieron su casa arder, gritaron ‘¡fuego!’ y le llamaron a los bomberos. Pero los bomberos… pues ya estaba muy desgastados porque cuando los bomberos ocuparon algo, ellos nunca estuvieron”.
La molestia de los ricos de Monterrey se apaciguará, sobre todo cuando entiendan la política de composición de Clara Luz a la que, hace tiempo, Álvaro Fernández aprobó: “Me atrevo a decir a título personal, no como director de Alfa, es que cualquiera de ellas (Cristina Díaz o Clara Luz Flores) será mejor a lo que actualmente tenemos”.