“La Unesco rechazó nombrar a la tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, fue la noticia que se viralizó en redes sociales, desatando el júbilo de organizaciones en pro de los derechos de los animales, sin embargo, todo ha resultado ser una mentira.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) emitió un comunicado en redes sociales para aclarar el malentendido.
Este lunes, varios medios informaron que la Unesco había rechazado la solicitud enviada mediante una carta por el presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT), William Cárdenas, para que la tauromaquia formara parte de la lista urgente de salvaguarda, paso previo para que la propuesta fuera debatida por el Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la organización.
Por la tarde, en una de sus cuentas oficiales en Twitter, la Unesco emitió una breve aclaración sobre el tema:“La UNESCO desmiente la información aparecida sobre la tauromaquia. Ningún Estado ha presentado una candidatura relativa a su inscripción en el #PatrimonioInmaterial de la Humanidad. No ha habido candidatura alguna a estudio, por tanto, tampoco ninguna decisión”Unesco
La UNESCO desmiente la información aparecida sobre la tauromaquia. Ningún Estado ha presentado una candidatura relativa a su inscripción en el #PatrimonioInmaterial de la Humanidad. No ha habido candidatura alguna a estudio, por tanto, tampoco ninguna decisión. pic.twitter.com/bkC1qEdEPx
— UNESCO en español (@UNESCO_es) November 30, 2020
Ante la aclaración, Marta Esteban, integrante de la plataforma La Tortura No Es Cultura, que celebró en redes sociales el supuesto rechazo de la Unesco a la tauromaquia, argumentó que ellos sólo habían denunciado el contacto de la AIT con el Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco para solicitar su apoyo, ante la presunta “situación de emergencia” que vive la tauromaquia.
En la carta, Asociación Internacional de Tauromaquia exponía que su actividad se encuentra en una situación delicada en España, por lo que pedían la salvaguarda de la Unesco.
