Por José Jaime Ruiz
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@ruizjosejaime
Luis Donaldo Colosio Riojas tiene un dilema por resolver, la disyuntiva no es menor, o va por el PAN por la gubernatura o regresa a ser el candidato de Movimiento Ciudadano para competir por la alcaldía de Monterrey, aunque esta opción también se le ha abierto en Morena. Si son ciertas las especulaciones sobre Luis Donaldo, hace dos semanas se habría reunido con Gonzalo López Beltrán, el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y apenas la semana pasada con Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena.
El PRI medinista tiene una alianza perversa con la parte del PAN que maneja Zeferino Salgado. La relación entre Chefo y Paco Cienfuegos es estructural: los negocios políticos y los negocios particulares los acercan. Paco tiene una animadversión enfermiza en contra de Luis Donaldo: sembrar espías en su equipo, videograbar a su familia, dejar entrever que lo ha ayudado financieramente en un pacto íntimo y, sobre todo, confabular con Chefo para quitarse a Colosio del camino a la alcaldía de Monterrey a través de una candidatura panista a la gubernatura.
Semanas antes de la fallida coalición entre el PAN y el PRI, Zeferino Salgado empezó a negociar con Luis Donaldo una posible candidatura de unidad en el momento en que Samuel García y Colosio estaban compitiendo por la candidatura emecista para gobernador. El desencanto de Luis Donaldo se dio cuando no se pudo realizar la alianza y desde entonces se ha alejando de Samuel y de MC.
Es muy difícil que los diversos grupos de poder del PAN acepten la candidatura de Luis Donaldo, hay escollos reglamentarios y, sobre todo, en una competencia interna en el partido, lleva las de perder. Si se superan estos problemas y le ofrecen la candidatura, nada garantiza que la nueva cúpula del PAN lo arrope, puede sucederle lo que le ha pasado a Felipe de Jesús Cantú, es decir, que la nueva cúpula negocie por su lado y traicione a Colosio.
Paco Cienfuegos está apostado fuerte para que Luis Donaldo Colosio sea el candidato panista a la gubernatura. ¿Aceptarán los panistas que los encabece un candidato nacido de una negociación perversa entre Paco y Chefo? El PRI medinista ya secuestró las candidaturas de Nuevo León (Adrián de la Garza) y de Monterrey (Cienfuegos), ¿también decidirá sobre los candidatos del PAN? Luis Donaldo tiene, inclusive desde su inestabilidad, qué reflexionar sobre su futuro político. Ya no tiene tiempo. Las puertas de MC, PAN y Morena rechinan en su cierre inexorable.
