Por Obed Campos
A dos años de que llegó Morena al poder en el país, me dicen los morenistas amigos que tengo, que es importante señalar que la fuerza femenina en Nuevo León en lugar de ir en ascenso disminuyó de manera considerable ya que solo puede presumir a una sola dama con trabajo partidista y esta se llama María Guillermina Alvarado Moreno, o “Guille” pa’ los que somos sus cuates.
Ya sé que muchos podrán decir que Tatiana Clouthier fue nombrada secretaria de Economía y que Clara Luz Flores es su candidata a la gubernatura, sin embargo no se puede hablar de manera partidista como un éxito, o que estas dos grandes mujeres sean la representación de las damas en el partido del presidente.
Me explico: de Tatiana se esperaba mucho más y quedó como una diputada federal desangelada que al no poder ser la abanderada a la gubernatura de Nuevo León por Morena en el 2021 tampoco quiso apoyar a Clara Luz y terminó haciendo, según ella, manita de puerco a la presidencia para que le dieran un dulce mayor y así avanzó, pero no por mérito alguno que podamos recordar en estos dos años.
Clara Luz, por su parte, todos saben que en enero de este año que se acaba, apenas renunció a su militancia en el PRI y se apuntó en Morena para su precandidatura y ahí está ella en la mesa en alto nivel pero sin ser carta morenista.
Caso también el de la bella Claudia Tapia Castelo, a quien dicen que le regalaron la diputación local plurinominal… y su trabajo ha dejado mucho que desear. No pudo con las broncas, porque logró poner a toda la bancada del partido en su contra y llegó al límite de renunciar a Morena para pasarse así, de columpio en columpio, pero sin alcanzar a tener luz propia.
La otra diputada local morenista, es Julia de los Monteros que ha sido más mencionada por su relación personal con el secretario de organización de Morena, Ramiro Alvarado, y que se la pasa abogando a favor de cosas del gobernador ¡y del PAN!
Pero siguiendo con estos malo ejemplos, ahí está la diputada federal Laura Garza, conocida también como “la maestra de la escuela” por el corrido, que si no fuera por su homónima norteña, ni su nombre nos sabríamos y no se le ha visto nada nada nada.
La otra legisladora federal, Paola González, prometía mucho, pero pasó tan desapercibida que la raza solo ve lo que ha hecho en el Face en cuestión de la ropa o calzado nuevo que compró con su dieta, y se acabó.
En tanto a la diputada local Beatriz de los Santos deberían decirle que es legisladora para que trate de sacar la chamba como tal, o a Celia Alonso, de quien ya me he ocupado en otras ocasiones, quien más que diputada local parece ser el brazo armado de “los dueños” de Morena en Nuevo León, Berta Alicia Puga Luévano, (AKA Bertha Puga) o Horacio Flores que otra cosa. Alonso, como se ha visto, es buena para armar pleitos en eventos pero de otra cosa nada.
Lamentablemente otra mujer que debió figurar y de la cual se esperaba mucho es Judith Díaz Delgado quien, siendo super delegada de los programas sociales, terminó como un cero a la izquierda y marioneta de uno de sus más cercanos, un sujeto llamado Gilberto.
En cuanto a regidoras electas morenistas, mejor ni hablo, así que es más cómodo hablar de una sola mujer que sí ha dado el kilo hasta ahorita y que realmente merece o reelegirse o elegir otra cosa para crecer, como ya señalé, me refiero a la apodaquense María Guillermina Alvarado Moreno, o “Guille” pa’ los que somos sus cuates.
Guille sorprendió a propios y extraños por su actuar y por atender quejas de por lo menos 20 municipios de los llamados no metropolitanos, es decir, los que quedan lejos de Monterrey capital.
Y no solo está al pendiente de Apodaca, también sabe ver las grandes necesidades del sur y norte del estado y trabaja de la mano de todos los alcaldes aun sin importar que no sean morenistas.
Sin ser de sangre morena morena, la empresaria apodaquense tiene tanta aceptación social que en varias encuestas la colocan a la par de César Garza para disputar la alcaldía en el 2021, sin embargo ella aun está en análisis de tomar esa decisión o reelegirse en su mismo Distrito Federal por Apodaca.
Para rematar su buen actuar, desde que llegó a la Cámara se supo sumar a la mano de su coordinador Mario Delgado y eso le valió mucho hoy en día. Tan es así que de los 10 legisladores federales del estado, ella es la única que destaca por su labor social y partidista. Jamás le quitó su apoyo a Mario y se la jugó con él en la pre de la dirigencia nacional y se convirtió en su mano izquierda en Nuevo León en lo que será el filtro de posibles candidaturas 2021.
Y la confianza que Mario ha depositado en ella se vio cuando la mandó en su representación ante el INE a inscribir la alianza partidista y no como se esperaba en apoyarse en la dirigencia interina que comanda Berta Alicia Puga Luévano, quien por cierto no sabe moverse sola, porque si Horacio Flores no le dice que haga algo, se queda petrificada.
A todo ello falta sumar a otra mujer perdida por completo como lo es la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, que también carga con los mismos hilos que Puga.
Así que amigos ojalá que después del 2021 salgan nuevas caras femeninas que pongan en alto a Morena, de lo contrario es complicado que todo recaiga en una sola mujer…