El heredero de Samsung, Lee Jae-yong, fue condenado este lunes 18 de enero en Corea del Sur a dos años y medio en prisión en un escándalo de corrupción y malversación de fondos, informó la agencia Yonhap.
En 2017, Lee Jae-yong fue condenado a cinco años de prisión por corrupción, malversación de fondos y otros delitos relacionados con el escándalo de corrupción que provocó la destitución de la presidenta surcoreana Park Geun-hye (2013-2017), y su posterior encarcelación.
Sin embargo, al presentar una apelación, la mayoría de los cargos por corrupción fueron desestimados y Lee Jae-yong recibió una pena de cárcel en suspenso. Tiempo después, la Corte Suprema ordenó un nuevo juicio.
Corrupción por transición de poder manchan al heredero de Samsung
La acusación se debió a los millones de dólares pagados por Samsung a la confidente de la presidenta, Choi Soon-sil. De acuerdo con la fiscalía, dicho dinero estaba destinado para facilitar la transición del mando al frente del conglomerado, debido a los problemas de salud de Lee Kun-hee, el padre de Lee Jae-yong.
En mayo de 2020, el heredero de Samsung se disculpó en los medios de comunicación, por el controvertido proceso de sucesión que le permitió asumir el liderazgo del grupo fundado por su abuelo Lee Byung-chull.
Lee Jae-yong incluso había prometido que sería el último en la línea de sucesión familiar y que sus hijos no lo heredarían. En tanto que su padre y su abuelo también tuvieron problemas con la ley, pero ninguno de ellos fue condenado a prisión.
Con la detención del heredero de Samsung, la compañía surcoreana queda privada de su principal dirigente.
Este caso de corrupción evidencia nuevamente las conexiones entre el poder político y las grandes familias que controlan los «chaebols», los conglomerados que favorecieron la prodigiosa recuperación después de la Guerra de Corea.
Samsung es el mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes y chips de memoria.
Samsung es uno de los principales «chaebols» del Corea del Sur, es decir uno de los conglomerados industriales controlados por familias que dominan la economía del país asiático. Su volumen de negocios total representa una quinta parte del PIB surcoreano.