Por José Jaime Ruiz
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@ruizjosejaime
El expresidente Felipe Calderón Hinojosa apoya a los priistas de Nuevo León, Adrián de la Garza, quien busca la gubernatura del estado, y a Francisco Cienfuegos, quien pretende la alcaldía de Monterrey. El respaldo se confirmó con la visita del exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, y su espaldarazo público en el restaurante El Mirador.
No es el PAN quien apoya a los medinistas, es el equipo de Felipe Calderón. Oliva Ramírez resaltó: “La democracia la vamos a lograr si logramos hacer un dique a Morena, concretamente. Necesitamos detener y quitar la mayoría a Morena del Congreso federal, necesitamos ganar gubernatura y el Congreso local, y por ello obviamente debemos ganar Monterrey”.
Hace unos días Calderón Hinojosa criticó, a través de un tuit, al PAN de Nuevo León y a su candidato, Fernando Larrazabal:
Aquí las consecuencias para @AccionNacional de postular candidatos que responden a acuerdos intereses de grupos internos y no a las preocupaciones y demandas de los ciudadanos. 4o. lugar en NL, que ya gobernó y donde tenía todo para ganar. Ojalá rectifiquen, no se han abierto. https://t.co/KUbNvZaWA8
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) January 29, 2021
Ya asentado el mensaje, esta semana inició el trabajo orgánico entre el expresidente y el exgobernador priista Rodrigo Medina.
¿Por qué Oliva Ramírez?
Juan Manuel Oliva Ramírez es un experto en organización y procesos electorales. Los medinistas carecen de credibilidad entre los ciudadanos y, por tanto, de legitimidad. Les interesa menos lanzar la imagen de que el PAN está con ellos, están trazando la operación del “Día D”, el fraude.
Oliva Ramírez está en Nuevo León para co-coordinar las campañas de Paco Cienfuegos y Adrián de la Garza y ayudar en la guerra sucia en contra de la candidata de Juntos Haremos Historia, Clara Luz Flores Carrales.
La pugna entre Calderón y el presidente Andrés Manuel López Obrador prolongará su escenario en nuestro estado. Coincidencias tan extrañas de la vida, Oliva Ramírez fue enviado especial del PAN nacional en Nuevo León cuando, en una segunda ronda, le entregaron la alcaldía de Monterrey a Adrián de la Garza, puesto que ya había ganado el entonces panista Felipe de Jesús Cantú. Oliva Ramírez operó para que ganara Adrián, no Felipe de Jesús.
Ahora que existe un trabajo conjunto entre el INE y la Unidad de Inteligencia Financiera, se le podría dar una repasada a la actuación de Oliva Ramírez en el caso de Caja Libertad Servicios Financieros, donde hay implicados por fraude y lavado de dinero. Si así sucediera, el apoyo se convierte en lastre.
El espaldarazo de Calderón y Oliva Ramírez al PRI medinista, bajo ninguna óptica, es un apoyo del PAN. Por otro lado, es interesante observar la ausencia de Ildefonso Guajardo en la mesa de El Mirador. Ahí estaban los coordinadores de las campañas de Adrián y Paco, los también medinistas Federico Vargas y Édgar Romo. Usan la imagen de Ildefonso, no su operatividad: es un personaje externo de ese grupo compacto.
Por último, De la Garza y Cienfuegos presumen sus alianzas con exgobernadores de Nuevo León, y ahora de Guanajuato, ¿cuándo presumirán a su jefe el exgobernador Rodrigo Medina? ¿Ya le podemos llamar el Impresentable?