Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios”
Simón Bolívar
Falta menos de una semana para que arranquen las campañas y de entrada Luis Donaldo Colosio les va sacando un pie adelante a todos los candidatos a todos los puestos en juego en Nuevo León.
Sinceramente no creo que el inusitado arranque del aspirante a la alcaldía de Monterrey por Movimiento Ciudadano sea producto de una idea personal o de sus allegados; utilizar la historia personal es algo que cualquiera haría (y mal si no lo hace por los significados que ella tiene), pero es evidente que detrás de Luis Donaldo está la mente de un buen estratega que definió con exactitud el sitio de la pelea.
La elección por la alcaldía de la capital de Nuevo León no se dará en la Sultana del Norte, sino en los medios de la Ciudad de México, allá la ha trasladado Colosio sabedor de que era el terreno más propicio para él.
Y cuando en Monterrey medios y especialistas aceptaban que la norma de la residencia obligatoria con un año de antelación a la fecha de la elección en la ciudad en la que se pretende contender era letra muerta (entiéndase, Colosio no la cumple y ha residido en otro municipio), la percepción por la presión mediática en medios nacionales pudo más y provocó que el Municipio le otorgase su famosa certificación.
Y encima casi como burla todavía subía un video anunciando que el INE aceptaba que vivía en Monterrey al notificar a su esposa que era funcionaria de casilla en el domicilio registrado. ¡Obvio, el punto no es dónde está registrado ante la autoridad electoral, sino en dónde en realidad se vive y Colosio estuvo antes de un año registrado en Monterrey, aunque viviese en otro municipio!
Por cierto, ¿participará su esposa como funcionaria de casilla o se abstendrá ante el evidente conflicto de intereses?
Está claro que Luis Donaldo está jugando por nota y les ha ganado la primera partida a sus contendientes, además de hacerle un boquete a la candidatura del PRI a la gubernatura al centrar su estrategia en participar mañana, tarde y noche en medios nacionales. ¿Lo entenderá su único rival con posibilidades que es Paco Cienfuegos el representante del PRI?
Porque si ya le funcionó una vez a Colosio el tirarse al suelo, el victimizarse y acusar a diestra y siniestra que “esos niños me sacaron la lengua, me hacen caras, me dicen cosas o me pegan” no tiene por qué cambiar y así seguirá durante los próximos tres meses.
Paco Cienfuegos tiene que desacreditar la victimización del aspirante naranja y provocar que la contienda se lleve a cabo a nivel local, donde realmente puede tener posibilidades de triunfo; pelear con él en la pista capitalina sería un desperdicio de dinero y con mínimas posibilidades de triunfar.
Colosio ya se puso a la cabeza antes de que suene la campaña, ¿podrá sostener el ritmo y se lo permitirán los demás aspirantes?
Esto apenas empieza.