Gracias al asombroso científico Albert Einstein, hoy sabemos que el tiempo es relativo. Sin embargo, con lo que leerás a continuación te podrías dar cuenta de que en realidad el tiempo es aún más relativo de lo que creemos.
De acuerdo con un estudio publicado en el portal web “Big Think”, sitio dedicado a publicar entrevistas y presentaciones con expertos de diferentes temas; si ponemos un reloj en la cima de una montaña y otro a nivel del mar, con el paso del tiempo podremos observar que ambos marcarán una hora diferente.
Esto se debe a que conforme te vas acercando a la Tierra, el tiempo transcurre de forma más lenta, puesto que, de acuerdo con Einstein, la gravedad de una masa, como la de la Tierra deforma el espacio y el tiempo a su alrededor.
Este efecto es llamado “dilatación del tiempo”. En el año 2010, científicos experimentaron colocando dos relojes atómicos, uno 33 cm arriba del otro, y el resultado fue que, con el paso del tiempo, el reloj que estaba abajo fue transcurriendo más lento.
En este caso la diferencia era muy poca pero las implicaciones eran muchas, con esto se concluyó una vez más que el tiempo absoluto no existe.
Carlo Rovelli explica la relación de la física y el tiempo
El teórico italiano Carlo Rovelli, explica en su libro “El orden del tiempo” que nuestra percepción que tenemos acerca de que el tiempo siempre fluye hacia adelante, en realidad es una percepción muy subjetiva.
Esto se puede apreciar mejor cuando la realidad es observada en escala más pequeña, como por ejemplo en ecuaciones de gravedad cuántica, donde el tiempo se desvanece.
«Si observo el estado microscópico de las cosas, entonces la diferencia entre pasado y futuro se desvanece… En la gramática elemental de las cosas, no hay distinción entre ‘causa’ y ‘efecto’.»
Carlo Rovelli.
¿Entonces por qué para nosotros el tiempo avanza hacia adelante?
Rovelli también explica que, aunque el tiempo desaparece en escalas pequeñas, nosotros percibimos que los eventos suceden de forma secuencial en la realidad. Esto se puede explicar mejor gracias a la entropía, una magnitud termodinámica que indica el grado de desorden en un sistema; por ejemplo, un huevo que se rompe y se revuele es una forma de orden que se convierte en desorden.
Para dejar las cosas un poco más claras, Rovelli pone otro ejemplo con un cubo de hielo. Un cubo de hielo se derrite en una taza de té caliente, nunca al revés. Esto que implica que el calor siempre se convierte a frío, lo que vuelve a esto “una calle de un solo sentido”.
De forma similar es como se puede explicar por qué solo podemos percibir el pasado y no el futuro.
«Cada vez que el futuro es definitivamente distinguible del pasado, hay algo así como calor involucrado.»
Carlo Rovelli.
Carlo Rovelli continúa explicando que el crecimiento de la entropía orienta el tiempo y permite la existencia de rastros del pasado, estos a su vez, permiten la posibilidad de que existan los recuerdos, lo que nos da a los seres humanos un sentido de identidad.
Aunque los científicos todavía tienen mucho que aprender acerca de esto, pues aún faltan muchas cosas por descubrir acerca del tiempo. Pero hasta ahora, se sabe que nuestra percepción individual del tiempo también es increíblemente elástica.
El tiempo y la subjetividad
Como te habrás podido dar cuenta alguna vez, cuando vives alguna experiencia que te provoca miedo el cerebro produce grandes cantidades de adrenalina, lo que “altera tu reloj interno”. El resultado es que percibes el tiempo mucho más lento de lo que normalmente lo haces.
Otro ejemplo es cuando comienzas a prestarle atención a la forma en que transcurre el tiempo, de pronto comienzas a percibir que el tiempo pasa mucho más lento de lo habitual.
Por el contrario, cuando te diviertes en una fiesta en compañía de tus amigos, el tiempo pasa mucho más rápido a tu forma de ver. De ahí viene la famosa frase “El tiempo vuela cuando uno se divierte”. Aunque en realidad una mejor explicación podría ser “El tiempo vuelva cuando uno está pensando en otras cosas que no son el tiempo en sí mismo”.
Otra de las formas en que se puede percibir el tiempo de forma diferente es con el uso de ciertas drogas. Para eso Carlo Rovelli se encargó de explicar cómo fue su experiencia con el uso de LSD.
«Fue una experiencia extraordinariamente fuerte que me tocó también intelectualmente. Entre los fenómenos extraños estaba la sensación de que el tiempo se detenía. En mi mente pasaban cosas, pero el reloj no avanzaba; el flujo del tiempo ya no pasaba. Era una subversión total de la estructura de la realidad.»
Carlo Rovelli.
De todo esto lo que se puede concluir es que la idea de que el tiempo fluye a un ritmo absoluto, no es más que una ilusión. El tiempo puede ser percibido como si fluyera siempre hacia adelante, sin embargo, se mueve a diferentes velocidades dentro de la mente de cada persona.
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