Por Eloy Garza González.
En plena veda electoral, AMLO acusó a Adrián de la Garza en su Mañanera del 5 de mayo, por entregar tarjetas de propaganda de apoyos bimestrales de mil 500 pesos a mujeres de Nuevo León. De acuerdo con el Presidente, el candidato priista a gobernador da dinero a cambio de votos.
El priista le respondió en un video difundido en sus redes sociales que “no es nada más regalar dinero, es inversión social”. Las tarjetas rosas por las que también fue denunciado en la elección de 2018 son gesto solidario y por lo pronto, no se entregan por parte del ayuntamiento de Monterrey. Añade Adrián que claramente AMLO “le hace la chamba” a Samuel García. Y éste le contesta al del PRI: “Patadas de ahogado, Adrián, ya date por vencido”.
Queda latente entre el electorado que Samuel reconoció hace un par de días los programas sociales que emprende AMLO en favor de las personas de la tercera edad. Curiosa flor cortada del jardín del candidato de MC.
¿Realmente hay acuerdos entre el Presidente y el senador Dante Delgado, mandamás de MC? En el terreno de las especulaciones, yo diría que no. Al menos no todavía. Reconocido ambidiestro, el Presidente sabe pegar a unos con la derecha y golpear a otros con la izquierda. Con una mano pega a Adrián y con otra le pegará a Samuel. O deja que otros actores, no necesariamente aliados suyos, le hagan la chamba. ¿Quién? Menciono un nombre: Ciro Murayama.
Quienes conocemos a Ciro Murayama Rendón, consejero electoral del INE, desde 2014 (su periodo es de 9 años), sabemos de sus añejas pugnas contra el Presidente, desde que aparentemente, Murayama “avaló el fraude electoral de 2006”. Ciro le ha reclamado públicamente a AMLO por decir en una Mañanera que “los gastos del INE son muy elevados”. Y constantemente el consejero electoral, con o sin línea de Lorenzo Córdova Vianello, le insiste a AMLO que según el artículo 134 constitucional, “los gobernantes deben abstenerse de influir en los comicios” (advertencia que es cierta porque según otro artículo, el 41, las elecciones las realiza exclusivamente el INE).
Sin embargo, en esta ocasión, Ciro Murayama, el consejero, podría estar apoyando sin querer a AMLO, en el sentido de que está “personalmente muy disgustado” porque el candidato Samuel García, así como la candidata a gobernadora de San Luis Potosí Mónica Rangel no han sido muy precisos en la rendición de cuentas de sus gastos de campaña (“no presentar informes”, dice Ciro, “es muy grave, y se pueden hasta cancelar registros por la Unidad de Fiscalización porque rendir cuentas no es un asunto de contentillo; es una obligación que se aplica a todos por igual, sin importar el poder que se tenga detrás y sin importar amenazas o descalificaciones”). E incluso ya se ha notificado a otros órganos de procuración de justicia para comenzar a armar un expediente acusatorio.
¿Es cierto esto? Habré de preguntarle yo directamente al propio Ciro, quién según la fuente del INE, quiere “empatar marcadores” a raíz del retiro de la candidatura de algunos morenistas comenzando por el guerrerense Félix Salgado Macedonio. Sin embargo, impartir justicia electoral no significa que se empaten cartones, sino que se mida a todos los contendientes con la misma vara. Y también debe respetarse el principio de piso parejo para todos los candidatos a cargos de elección popular.
Esperemos los próximos días, para ver qué posición toma al respecto el Consejo General del INE, y cómo los candidatos a gobernador de Nuevo León no han sido precisos según Ciro en la presentación de sus gastos de campaña, o en la fuente de su financiamiento privado, y especialmente si éste ha sido rebasado o no en la práctica.
Los tiempos de campaña están corriendo y la tensión va en aumento. Tal parece que no solamente aquí, en Nuevo León, se resuelven los procesos electorales. Tendremos que seguir investigando. Mañana: ¿el Bronco mete mano?